Con sus propios recursos algunas familias iniciaron la reconstrucción de sus viviendas.

Reactivacion no llega a todos en Pedernales

En Pedernales se realiza hoy, desde las 17:00, una misa campal en el parque central del poblado, en honor a las 661 víctimas del terremoto en Manabí. La ceremonia estará presidida por monseñor Eduardo Castillo, de la diócesis de Manabí.

La reactivación de la mano de la fe. Ese es el plus que los agricultores y comerciantes de Pedernales y otras poblaciones les dieron a sus emprendimientos este fin de semana. La fórmula empezó a funcionar.

Ayer, desde muy temprano, se armaron carpas en el parque central de esta, la localidad más golpeada por el terremoto del 16 de abril. Las estructuras sirvieron para dar sombra a los feligreses que acudieron a la misa de Pentecostés.

La iglesia María Auxiliadora, la más grande de Pedernales, quedó semidestruida. Desde entonces las eucaristías se las celebran en pequeñas capillas improvisadas o, simplemente, al aire libre.

El padre Denmy Monserrate, párroco de esta comunidad católica reconoció que, a un mes del evento natural, todavía existe temor y dolor entre los pedernalenses por los seres queridos que fallecieron.

“Esta ha sido una doble prueba de fe y solidaridad para todos. Pero si estamos unidos todas las adversidades serán más llevaderas. Recuerden que cuando se ama, no se abandona”, fue el mensaje del sacerdote en la homilía.

Luego, las carpas se convirtieron en el espacio para ofrecer productos agrícolas o comidas tradicionales manabitas. El queso, los huevos de campo o la sal prieta fueron los preferidos de quienes acudieron al acto religioso.

Para algunos comerciantes este fue el primer ingreso económico en un mes. Washington Zambrano preparó 30 tongas de gallina criolla, un plato típico de la zona que incluye arroz, coco, maní. Todo envuelto en hoja de plátano verde.

Vendió todo en media hora, al igual que Sonia Manosalvas que ofreció cueritos de soya y de maíz. Ella hizo un pedido puntual a las autoridades: un crédito para obtener el registro sanitario y legalizar su producto. “Nos ofrecieron espacio en algunos supermercados, pero sin esa licencia no podemos trabajar pese a que hacemos un producto de calidad”, dijo Sonia a EXPRESO.

La feria fue organizada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y el Ministerio del Interior. Varios comerciantes que no conocían de la iniciativa se interesaron para participar en las próximas semanas.

Pero no todos han corrido con la misma suerte a un mes del devastador sismo. Si bien, los turistas llegaron significativamente el fin de semana, varios comuneros de Pedernales que vivían de esta actividad no pudieron obtener ganancias.

Vicenta Zambrano, por ejemplo, a sus 65 años, no sabe cuál será su futuro. Ella alquilaba trajes de baño, implementos para natación y especialmente duchas a los bañistas en el malecón de la ciudad.

Cuenta que el temblor de 7,8 grados dañó los tanques de agua dulce que tenía en la parte posterior de su vivienda. Ese era el sustento de Vicenta, su esposo y otro familiar, todos de la tercera edad.

Además de las misas se prepararon otros actos. Uno de ellos está previsto para esta tarde a las 18:58, a la misma hora que fue el terremoto del 16 de abril. A esa hora se debía inaugurar el mercado de mariscos para que los comerciantes de pescado, camarón y langostino, puedan empezar a vender su producto de forma masiva.

Sin embargo, se conoció que un retraso en las obras de construcción de este centro de comercio impediría la apertura programada. Esto, mientras los vendedores siguen ofreciendo los productos del mar en las calles aledañas donde será el mercado.