Quito colonial
La Plaza de San Francisco, el conjunto que constituye su hermosa explanada, la iglesia y el Convento, es uno de los patrimonios coloniales más bellos de la ciudad capital, que con todo el resto del casco colonial, sus estrechas calles, diversas iglesias y museos, su particular historia y tradiciones, es indiscutiblemente un acervo cultural único y singular. Es lejos, el casco colonial mejor conservado y más bonito de nuestra Hispanoamérica.
Iguales convicciones, la preocupación, de preservar y mantener intocable la belleza de Quito colonial, fue motivo de especial atención de parte de Sixto Durán Ballén, cuando fue Presidente, Concejal o Alcalde de Quito. Mucho más, cuando hace muy poco, expresó sus reparos y recomendaciones, al opinar que la estación del Metro, programada para construirse en la Plaza de San Francisco, era un error, que debía ser reubicada y no poner en peligro la integridad y particular belleza del lugar.
El Alcalde de Quito, Mauricio Rodas, sensible a las observaciones de Durán Ballén, lo nombró veedor de la construcción del Metro. Sería interesante conocer con total transparencia el resultado de su intervención, de tales observaciones, que fueron hechas por quien la ciudadanía lo considera constructor y autor del Quito moderno. Su opinión, no era la de un advenedizo, sino de alguien que con voz autorizada, por su profesión de arquitecto, urbanista y constructor, sabía muy bien lo que estaba advirtiendo.
Necesitamos conocer las decisiones finales que tomará el Cabildo quiteño, respecto a cada una de las preocupaciones y reparos sinceros de este gran hombre público, querido y respetado por la mayoría. Sus observaciones fueron hechas con absoluta transparencia y sinceridad, sin egoísmos ni afán de oposición.
Sixto en su dilatada carrera pública y privada, siempre demostró capacidad e indiscutible integridad. El mejor homenaje a su memoria, sería analizar a profundidad, cada una de sus preocupaciones y observaciones. La opinión de los colegios de arquitectos, ingenieros y construcción, de la ciudadanía, deberían ser consultadas y escuchadas con atención.
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