Los puntos débiles

Los puntos debiles

La situación no se podía predecir pero sus efectos podían ser menores. Los técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional explicaron a EXPRESO que las características de la zona costera hacen que la población sea más vulnerable. Sobre todo, si no se toman precauciones arquitectónicas.

Alexandra Alvarado, especialista del instituto, dijo que el área del terremoto está identificada como un lugar de riesgo por su historial de sismos. En 1906, 1948, 1952 y 1979 hubo movimientos de magnitudes similares a las del sábado.

¿Cuál es la explicación técnica? La zona es uno de los puntos de mayor amenaza de terremotos del Ecuador porque ahí inicia el proceso de subducción de placas terrestres. Es decir, cuando la placa de Nazca comienza a meterse debajo de la placa Sudamericana.

Las áreas donde empieza la subducción son propensas a sismos grandes. Casos similares se registran en Chile y en Japón.

Otro riesgo de la zona costera es el peligro de otros fenómenos naturales derivados. El tsunami, por ejemplo.

Alvarado resaltó que en el suceso actual ya no hay probabilidad de un tsunami porque estos acontecen hasta tres horas después del terremoto.

El tercer factor que eleva el riesgo es el crecimiento poblacional y la construcción de viviendas sin la seguridad adecuada. Alvarado destacó la necesidad de considerar las condiciones geológicas antes de iniciar una edificación.

Ingenieros civiles, geólogos y arquitectos concuerdan con que la falta de rigidez en las normativas de construcción son un problema que debe evaluarse de inmediato.

“Nuestra principal vulnerabilidad es que los cálculos para las construcciones de edificios en la ciudad se han hecho con base en sismos de una escala Richter de 4 y 5. Es muy importante, además, que se lleve a cabo una correcta calificación de suelo. Los códigos deben exigir la intervención de un geólogo y de un ingeniero estructuralista en las construcciones civiles. Hay normas pero no se cumplen”, estableció el presidente del Colegio de Ingenieros Geólogos del Guayas, Rommel Muñoz.

Henry Yandun, expresidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, añadió que las normas NEC, que consisten en instrucciones precisas de diseño y construcción para que las obras sean sismorresistentes y que fueron aprobadas en 2014 no se cumplen.

“Las normas ecuatorianas de la construcción sí existen y se llaman normas NEC y sí están vigentes...Falta meter en la cabeza de los ciudadanos que aprendan a comprar o contratar sus construcciones exigiendo que se cumplan. Caso contrario se impone la compra barata que demuestra ser lo peor”, estableció.

En la Cámara de la Construcción de Guayaquil, miembros de la empresa privada evaluaron los daños en la urbe.

Una de sus principales preocupaciones fue que, pese a la ley, no se están aplicando precauciones sísmicas en la edificación de viviendas nuevas.