Malestar. Un carril del nuevo puente sobre el río Daule permanece congestionado en las noches.

La Puntilla continuara saturada hasta octubre

27 % disminuyó la carga vehicular en el puente de la Unidad Nacional, según la ATM.

¿Por qué no se construyeron de manera simultánea el nuevo puente sobre el río Daule y el paso elevado en la avenida Samborondón? Esa es la pregunta que se formulan especialmente los residentes de La Puntilla, ante la congestión vehicular que soporta la arteria principal y el viaducto, especialmente en las noches.

Las redes sociales son uno de los medios que utilizan los usuarios para quejarse por las dificultades en el tránsito.

“Definitivamente no le pusieron ni una sola neurona a la planificación vial ni urbana de Samborondón”, tuiteó la usuaria Ariana Tanca.

También suben fotografías que muestran el tráfico que se forma en las noches en la avenida Antonio Parra Velasco, aparentemente en el momento que los conductores intentan girar por la José María Egas, que conecta con el puente con dirección a Samborondón.

Para el urbanista Felipe Huerta, la ejecución en fase de las obras es una muestra de que no se efectuó un análisis estructural, lo que obliga a corregir sobre la marcha y tomar opciones forzadas.

Huerta reconoce que el nuevo viaducto sobre el río Daule ha bajado la carga vehicular al puente de la Unidad Nacional, pero se requiere de otras obras que se ajusten a la demanda actual del tránsito.

El alcalde José Yúnez indicó que se contó con los recursos económicos para la construcción del paso elevado. Aclaró que no ejecutó la obra a la par con el nuevo puente sobre el río Daule porque los técnicos sugirieron intervenir la avenida después de la habilitación del viaducto, pues de lo contrario habría sido necesario cerrar gran parte de la arteria principal de La Puntilla.

“La obra es parte del contrato complementario y corresponde a una segunda fase, la que avanza”, añadió.

Admitió que hay molestias, las que aumentarán por la hincada de los pilotes en la avenida Samborondón, “pero será hasta octubre, cuando habilitemos el nuevo paso elevado y retiremos el semáforo”.

El jefe de Planificación de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), Freddy Granda, coincidió en que no era posible ejecutar ambas obras en una sola etapa. “Eso implicaba el colapso de la avenida Samborondón, porque tenían que anularse dos de los tres carriles en sentido sur-norte. En esta segunda fase lo primero que se realiza es la ampliación de la vía”, explicó.

El director de la Escuela de Ingeniería Civil de la UEES, Urbano Caicedo, preveía que se iban a presentar inconvenientes en el tránsito tras la habilitación del nuevo puente y la postergación en la construcción del paso elevado.

“Lo deseable es construir las obras al mismo tiempo, pero deben tomarse en cuenta otros factores, como la situación económica que afectó al país y que la avenida es la única que conecta de sur a norte y viceversa”, manifestó.

Caicedo considera que dividir en fases los trabajos permitirá que el paso elevado sea colocado en un menor tiempo, ya que será montado con elementos prefabricados.

Para saber

Proyección

De sur a norte, la avenida Samborondón será ampliada a cinco carriles, de los cuales dos se destinarán para la rampa de bajada del futuro paso elevado.

Intervenciones

Al momento, la contratista Enlace 780 trabaja en la ampliación de la avenida y en la estructura del pavimento, para luego colocar una carpeta asfáltica de dos pulgadas. Se alista la hincada de los pilotes.