El lugar también es un foco de inversión por parte de empresas nacionales e internacionales, que operan en el icónico The Point.

Un Puerto dominado por los ejecutivos, turistas y solteros

El florecimiento turístico de Puerto Santa Ana ha llamado la atención a la ciudadanía, que visita el lugar por su oferta gastronómica y sus vistas.

Por las mañanas, el lugar está lleno de trajes negros, tacones y elegancia. Cuando salen a tomar un poco de aire, los empresarios situados en The Point disfrutan de las vistas que el río Guayas ofrece, y ven pasar a turistas y corredores.

Por las noches, Puerto Santa Ana se enciende junto a las luces a lo largo del malecón. La vida nocturna rutila con la afluencia de visitantes a los restaurantes y bares que se han localizado a lo largo del camino.

La fama turística del Puerto ha florecido rápidamente y no pasa desapercibida, pero muy poco sabemos de aquellos que han empezado a habitar en el lugar que años atrás parecía desolado, y hasta inseguro por las noches.

El índice ocupacional de Puerto Santa Ana es del 70 %, y sus tres segmentos dominantes son el ejecutivo, los turistas o nacionales que pagan rentas cortas, y los propietarios.

Según Amanda Pombar, corredora de bienes raíces especializada en Puerto Santa Ana, el segmento ejecutivo, que fue el primero en posicionarse en el lugar, sigue siendo mayoritario en el sector, ocupando un 30 % del lugar.

Sin embargo, con la llegada de la plataforma digital de alojamiento AirBnB al Ecuador a finales del 2015, las rentas cortas causaron el despegue rentable de Puerto Santa Ana. Entre los residentes a corto plazo se encuentran turistas, ejecutivos extranjeros y compatriotas que viajan frecuentemente y prefieren tener un lugar propio para no incomodar a sus familiares. El servicio ofrece un departamento amueblado y equipado con electrodomésticos y utensilios básicos, que junto a los otros servicios de los edificios, brindan comodidad y confort a sus ocupantes.

Jorge Limongi vive en Riverfront II y comenta que, de las 30 personas que conoce en el edificio, apenas una es de Guayaquil: “De mis amigos en el edificio, la mitad son extranjeros que trabajan en Guayaquil, y la otra viene de otras provincias del Ecuador”.

Lo llamativo del lugar para los posibles inversores y habitantes es que carece de familias, indica Pombar. Esto consolida a Puerto Santa Ana como un barrio netamente adulto, ejecutivo y turístico, algo sin precedentes en la ciudad de Guayaquil.

Voces

Guadalupe Enríquez, inversora interesada en Puerto Santa Ana

Puerto Santa Ana tiene calidad en servicios, diseño moderno y vistas espectaculares. Esto es lo que más llama la atención a los compradores e inversores.

Julio Pazmiño, empresario ubicado en The Point e inversor en Bellini

Hay tres cosas que me gustan de trabajar e invertir en Puerto Santa Ana: la ubicación central que tiene en Guayaquil, los espacios de esparcimiento y restaurantes, y la arquitectura moderna.

Jorge Limongi, residente de Riverfront II, oriundo de Manabí

Me gusta vivir aquí porque no tengo que alejarme mucho para poder comer, que tengo el malecón y muchos comercios cerca, y que es seguro, hasta por las noches.”

Opinión

Lo que aún hace falta

Guadalupe Enríquez, inversora, indica que la modernidad de Puerto Santa Ana contrasta con las condiciones en las que se encuentran las viviendas del cerro Santa Ana, sector conocido como el Pesebre. Considera que es importante mejorar la calidad de vida de los habitantes del cerro para incrementar el valor del sector.

Además, señala que en Puerto Santa Ana hacen falta aún servicios básicos tales como farmacias, supermercados y atención médica. Pero hay expectativa debido a los terrenos baldíos y los numerosos locales vacíos de la zona.

(IGM)

html