El pueblo Sarayaku denuncia que Ecuador incumple fallo de Corte Interamericana
Reclaman que el Estado consulte al pueblo sobre cualquier proyecto económico que se desarrolle dentro de las 130.000 hectáreas de su territorio.
El pueblo originario Sarayaku anunció este viernes 2 de noviembre que pedirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que exija al Estado ecuatoriano cumplir una sentencia de ese tribunal de 2012 que garantiza la integridad de su territorio y cultura. Representantes de la etnia, que habita el corazón de la Amazonía ecuatoriana, viajaron a la capital costarricense para participar en una audiencia de supervisión de la Corte IDH, durante la cual harán tres peticiones puntuales.
Una de ellas “es que se retiren los casi 1.500 kilogramos de pentolita, un explosivo de alto poder, que la Compañía General de Combustibles de Argentina dejó abandonada en territorio Sarayaku” hace 14 años, dijo en conferencia de prensa el líder de la comunidad, Félix Santi. Este es uno de los puntos de la sentencia que Ecuador ha incumplido, y según Santi representa una amenaza a la seguridad de los cerca de 1.200 integrantes de esta población.
También reclaman que el Estado consulte al pueblo Sarayaku sobre cualquier proyecto económico que se desarrolle dentro de las 130.000 hectáreas de su territorio. “La falta de adecuación de las políticas, prácticas y legislación ecuatoriana a las obligaciones internacionales en materia de pueblos indígenas, tiene consecuencias que comprenden y exceden a los Sarayaku, en tanto ponen en riesgo la supervivencia de numerosos pueblos indígenas del país”, afirmó Viviana Krsticevic, directora ejecutiva del Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
Esta organización, junto al abogado ecuatoriano Mario Melo, representa legalmente al pueblo Sarayaku en sus gestiones ante la Corte IDH. La litigante dijo que el Gobierno ecuatoriano no solo ha incumplido las decisiones de la Corte, sino que ha desafiado su sentencia aprobando nuevas concesiones petroleras que afectan a 91% del territorio Sarayaku.
“La sentencia de 2012 fue una victoria histórica para nosotros, pero el incumplimiento por parte del Estado vuelve a ser una amenaza para nuestro territorio, cosmovisión y desarrollo como pueblo indígena”, aseguró Santi.