Prometo

Las promesas políticas de los candidatos en época de campaña son muy similares a las promesas que se hacen las parejas antes del matrimonio. Se presentan mutuamente con atributos, bondades que engloban y enamoran. Pero con el paso del tiempo te vas dando cuenta de una realidad diferente.

Hay muchas similitudes en las propuestas de los candidatos este año, siendo una la sobrepoblación de ciudades en crecimiento, necesitándose de manera urgente una planeación a largo plazo. Los candidatos para alcaldes y prefectos deberían tener una estrategia de desarrollo para poder entender que el crecimiento poblacional es uno de nuestros más grandes retos. Muchas veces hemos entrado ciegos al matrimonio, creo que en la política también ocurre. Y si no cumplen las promesas, ¿quién responde? Algunos candidatos no están conscientes de la magnitud y responsabilidad que se les viene y más que todo, del recurso humano heredado que tendrán que dirigir. Es como casarse con una persona divorciada con hijos. Les tomará algún tiempo hasta que se conozcan y les hagan caso.

Todos podemos prometer, pero ejecutar bien, no muchos. Algunos tienen ventajas como ser del mismo partido, continuar las obras y planificar las nuevas en el transcurso de su mandato. Otros que no son de la misma línea política tendrán que realizar una auditoría para ver cómo han recibido todo, ya que la responsabilidad es del nuevo que viene. Pero no me sorprendería si no pasa nada; ¡cuántos candidatos hay que tienen expedientes abiertos, glosas y nadie dice nada! Si ganan tienen inmunidad y pasarán los años, se olvidan y hasta se vuelven a postular. En algunos matrimonios hay casos similares donde la pareja se hace de la vista gorda, se olvidan y pasan los años. Algunos actúan así, otros no, por supuesto. Lo difícil es que puedan cumplir todo lo que prometen. Hay que analizar bien por quién uno quiere votar. No enamorarse ni llenarse de esperanzas; saber un poco más la trayectoria de los candidatos, similar manejo que hiciéramos con nuestra futura pareja. Te puede, en ambos casos, tocar una joyita.