Dos congresistas de Estados Unidos han enviado una carta al presidente Lenín Moreno para presionar a Ecuador con el fin de que mantenga incomunicado a Julian Assange y de que facilite la entrega a la Justicia del fundador de Wikileaks. Si la situación del ‘hacker’ australiano no se soluciona, la relación bilateral con Estados Unidos no podrá seguir avanzando en asuntos tan cruciales como la cooperación económica o la lucha antinarcóticos, según la carta.

Los dos representantes del Congreso de Estados Unidos, Eliot Engel e Ileana Ros-Lehtinen, miembros del Comité de Asuntos Externos, reconocen que no fue la Administración de Moreno la que creó el problema, sino que fue heredado de su predecesor Rafael Correa. No obstante, dejan constancia de la preocupación que genera la deriva que ha tomado el asunto en los últimos meses con la naturalización de Assange y su reconexión a internet.

“Tenemos la esperanza de desarrollar relaciones más cálidas con su gobierno, pero sentimos que será muy difícil para los Estados Unidos avanzar en nuestra relación bilateral hasta que el Sr. Assange sea entregado a las autoridades correspondientes”, recoge la carta, publicada este miércoles y cuya veracidad ha sido confirmada a EXPRESO por el despacho de la congresista Ros-Lehtinen. La legisladora es la misma que en enero de 2017 solicitó a la Fiscalía estadounidense que publicara los nombres de los funcionarios ecuatorianos implicados en la trama de sobornos de Odebrecht. Este Diario también ha pedido un pronunciamiento a la Cancillería ecuatoriana y a la Secretaría de Comunicación, pero hasta el momento no ha llegado ninguno.

Junto con su colega del Comité de Asuntos Externos del Congreso estadounidense, la representante Ros-Lehtinen le recuerda al Gobierno de Ecuador los perjuicios que le ha causado Assange con sus pronunciamientos en redes sociales cuando ha tenido acceso a internet. “En numerosas ocasiones, el señor Assange ha comprometido la seguridad nacional de los Estados Unidos. Lo ha hecho publicando públicamente documentos gubernamentales clasificados junto con material confidencial de personas relacionadas con las elecciones presidenciales de 2016 en nuestro país. Como usted mismo ha señalado, él ha usado repetidamente su posición en los medios internacionales para inmiscuirse en los asuntos de gobiernos extranjeros como España y el Reino Unido. Esto ha roto las relaciones de Ecuador con gobiernos de ideas afines”, cita el documento.

Por eso, y reafirmando que el australiano “sigue siendo un criminal peligroso y una amenaza para la seguridad mundial”, los congresistas insisten en que “debe ser llevado ante la justicia” y, en concreto, “ante las autoridades correspondientes”, en referencia a las estadounidenses.