El temor a nuevos desmanes y protestas, como los registrados en el día, hizo que la gente se guarde temprano en sus viviendas.

Policias y militares realizan operativos en sitios donde se registro vandalismo

La medida de control se centra más en el suburbio de Guayaquil.

El norte de Guayaquil recobraba la calma la tarde y noche de este jueves 3 de octubre. Poco a poco se apagaba el bullicio causado por las bocinas de los autos que a primera hora pasaron atrapados en lentas caravanas. El comercio también cerro sus puertas antes del anochecer y pocas eran las personas salieron a caminar o pasear.

El temor a nuevos desmanes y protestas, como los registrados en el día, hizo que la gente se guarde temprano en sus viviendas. Sin embargo, en el sur las escenas son diferentes. En diversos puntos hubo policías, algo de tráfico y algunos negocios atendieron con normalidad.

A lo largo de la calle Q, en el Batallón del Suburbio, 40 policías custodiaban los centros comerciales que fueron saqueados en la mañana y los cajeros bancarios vandalizados.

Ellos no estaban solos. Junto a ellos, el comando operacional N. 2 ‘Occidental’ de las Fuerzas Armadas, desplegó decenas de militares a otros sectores conflictivos de la ciudad y Manabí. Entre ellos estuvieron: Guasmo Sur; calle 29, Portete y la entrada de la 8, en el noroeste.

El teniente coronel de la policía, Fausto Miño Valencia, informó que cerca de 200 policías participaron en los controles en el distrito Esteros, en el sur. Asimismo, agregó que doce personas fueron detenidas en esta circunscripción. “Los policías continuaremos en estos sectores en un horario indefinido”, concluyó Miño.