Ya no mas plegarias

A veces causa estupor observar cómo ciertos dirigentes se llenan la boca diciendo ser líderes de obras que nunca comenzaron ni terminaron.

En el deporte amateur, por ejemplo, hacen lo que mejor les viene en gana sin preocuparles que sea ahora cuando deben trabajar con más empeño, y ver si así podemos alejar a nuestra juventud del triste y dramático consumo de las drogas.

La Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas) es una institución acrisolada que no puede seguir esperando que las plegarias al cielo lo resuelvan todo. Guayaquil es una ciudad que desde sus orígenes siempre estuvo llena de riquezas deportivas por lo que, con justa razón, los porteños deben sentirse ufanos y repetir con alegría que es la cuna donde nació, creció y se fortaleció el deporte nacional.

Desafortunadamente, gran parte de la enorme riqueza que se logró construir con tanto esfuerzo, ahora tiene el color de las injusticias porque, aunque parezca repetitivo, la nueva dirigencia vive solo escudándose en que no le alcanza el dinero para trabajar con los valores que emergen de los campeonatos de boxeo, baloncesto, natación, béisbol, ciclismo y atletismo, mismos que ya no se organizan como se hacía anteriormente, con más de 15 clubes en competencia que dejaban representantes extraordinarios para justas internacionales.

El deporte guayaquileño está tocando fondo y lo peor está por venir, pues en algún momento les cortaron el agua y la luz a los pocos escenarios que funcionan, y preguntamos: ¿Si el ministerio del Deporte fue creado para solucionar los múltiples problemas de la actividad física ecuatoriana, cuando asume su verdadero rol?

¿Hasta cuándo no ponen fin a tanta palabrería, para que quienes se arrimen a triunfos ajenos, los obliguen dejar el camino libre a quienes deseen trabajar con responsabilidad en el deporte guayaquileño?

¡La esperanza de vivir para encontrar un camino de felicidad, no puede seguir sujeto a caprichos de una persona..!