Jornada. Un instante de la jornada artística que se llevó a cabo ayer en los exteriores del parque Centenario.

Un planton por el centenario

#Espaciospúblicoslibres es el hashtag que se usó durante la jornada de ayer, que tuvo como lema ‘Sin alcaldes ni gobernantes. Guayaquil somos nosotros’.

Todos los días, cerca de las 20:30, Maribel Adrián se baja de la estación de la metrovía del Centenario y ve el portal de ese parque cerrado con candado. Para dirigirse hacia el malecón, desde hace seis meses, tiene que dar una vuelta de casi dos cuadras en las que sortea a carteristas y borrachos.

Porque sí, esos seres indeseables ya no están dentro del parque, como el Municipio lo proyectó cuando tomó la decisión de bloquear tres de las cuatro entradas. Pero no se han ido, siguen en los alrededores, al acecho de peatones como ella.

Por eso, cuando Adrián leyó el letrero de ‘Liberen el parque’, que activistas de varios colectivos colgaron en la entrada del Centenario, se detuvo a escuchar a Giovanni Burneo, quien con megáfono en mano increpaba la decisión del Cabildo y criticaba que se gasten miles de dólares para monumentos, pero no se pueda invertir en optimizar la seguridad en la zona, a la que prefieren simplemente bloquear.

Burneo pertenece a Espacio Abierto de Ideas, un colectivo que ha organizado intervenciones culturales en espacios públicos. Fue el mentalizador de esta jornada que se agendó para pedirle a la Municipalidad que abra las puertas del emblemático paseo.

Su compañera Emilene Aguayo intenta barajar el impacto que crea esta situación. No se pensó que ante una catástrofe, el parque Centenario es el único punto seguro del sector del centro donde se ubica. “Se está bloqueando un espacio que forma parte de la seguridad urbana”.

El problema de Guayaquil es que no hay una política municipal en lo que respecta al uso de los espacios públicos, opina César Cárdenas, líder de Observatorio Ciudadano, otro colectivo que se sumó al plantón cultural del viernes último.

“En Guayaquil existen decisiones totalmente equivocadas. No se piensa en la ciudadanía, no se cuenta con la participación de la gente y se elimina el espacio público para el ciudadano”, opinó el director cultural de Guayaquil, Esteban Delgado, quien también acudió a la cita.

El plantón, que no duró más de dos horas y fue neutralizado por miembros de la policía al anochecer, es (como lo explicó antes EXPRESO) solo un abreboca de todas las actividades previstas para el 2018.

En enero, adelanta Cárdenas, se realizarán conversatorios y se determinarán propuestas concretas para el Municipio sobre la dirección que debe tomar el uso de espacios públicos. Si la entidad no reacciona, no se descarta interponer una acción de protección.

Alberto Hidalgo, de Libre Actividad, añade que por ahora el objetivo es pedir la habilitación al menos de las dos puertas principales que conectan con la 9 de Octubre. También que se capacite al personal de la Policía Metropolitana y exigir presencia permanente de la Policía Nacional.

Los colectivos participantes se identifican, para esta causa, como Espacios Públicos Libres y ya tienen activas todas las redes sociales.

Voces

Luis Noé Mayorga, ciudadano

Es una barbaridad tener solo una puerta abierta. Las personas que lo quieren atravesar tienen que caminar dos cuadras. ¿La Policía Municipal solo sirve para confiscar mercadería?

Teresa Luna, habitante

Por este tipo de situaciones Guayaquil no crece turísticamente. Por más propagandas que saquen de “Guayaquil es mi destino”, esta ciudad parece una cárcel.