
Pichincha, la provincia mimada por el Gobierno
Pese a ser la provincia con más población, Guayas solo recibió la mitad de dinero del Gobierno para carreteras e infraestructura que Pichincha y un tercio que Manabí, la más beneficiada por la inversión pública del Ministerio de Transporte y Obras Públ
En la capital está el presidente y donde vive el que decide, está también el dinero. Al menos es lo que dicen las cifras de inversión de la última década. Si ayer EXPRESO desvelaba el agravio para Guayas en temas de carreteras, hoy la distancia entre Quito y Guayaquil se mide en miles de millones de dólares. El Estado ejecutó proyectos en Pichincha desde 2007 a 2017 por casi 12.500 millones de dólares, un 24 % del total nacional. Mientras que Guayas, ni se acerca.
La inversión en la región más poblada del país es poco más de la mitad de lo que recibió su alter ego de la Sierra. Guayas se conformó durante la última década con casi 7.000 millones de dólares en proyectos de inversión estatales, un 13 % de lo contratado en el país. Y con ese monto, se construyó el parque de Samanes, el cuestionado puente de la isla Santay -aún sin reconstruir tras el choque de un barco-, la universidad de las Artes, las casas de Socio Vivienda, el hospital del Sur, el trasvase Daule-Vinces y las obras para control de inundaciones de Cañar, Naranjal y Bulubulu. Las de mayor valor no superaron los 500 millones de dólares.
En Quito y sus alrededores, además de construirse unas carreteras de salida y entrada de la capital que pueden compararse con las europeas, la inversión pública dio para ejecutar obras de mayor costo económico: parte del metro de Quito (casi 1.500 millones de dólares), las hidroeléctricas Manduriacu y Toachi Pilatón (720 millones de dólares entre las dos) o el rediseño de la Asamblea Nacional, la construcción de la sede de Unasur. Pero, además, el Gobierno consiguió estirar los aportes públicos para estimular la llegada de turistas con un plan de marketing de 157 millones de dólares y con un programa de revitalización del centro de Quito por 136 millones de dólares. Todas las cifras corresponden a lo publicado por la Secretaría Nacional de Planificación para el periodo 2007-2017.
El agravio comparativo entre los dos territorios más poblados del país resulta suma trascendental al medir la inversión per cápita. Es decir, el Estado dedicó 4.800 dólares a cada uno de los 2,5 millones de habitantes de Pichincha durante la última década, mientras que los 3,6 millones de guayasenses solo accedieron en 10 años a $ 1.900 públicos cada uno.
Pese a haber abanderado la descentralización territorial, el gobierno de Rafael Correa jerarquizó así las provincias en función del dinero público recibido y las posibilidades de acceder al desarrollo de los ecuatorianos en función de su origen. Tras Pichincha y Guayas, Manabí llega al podio con una inversión de 5.100 millones de dólares. Le siguen Azuay, Napo, El Oro y Sucumbíos. En el resto de regiones, el capital público invertido en proyectos del Estado no llegó a 2.000 millones. Las regiones menos atendidas de la última década fueron Pastaza y Galápagos, con 420 millones y 273 millones de dólares, respectivamente.