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La pesadilla se vive casa dentro

Dos meses y cinco días que no ganan en el campeonato y casi tres sin conocer la victoria en su estadio por torneo nacional.

Impotencia. El delantero argentino Ariel Nahuelpán (d) luce afligido tras fallar una de las oportunidades que tuvo para anotar en el partido. El gaucho tiene el arco cerrado, no anota desde el 16 de julio contra Macará en Ambato.

Dos meses y cinco días que no ganan en el campeonato y casi tres sin conocer la victoria en su estadio por torneo nacional. Los toreros se jugaron ayer una de sus últimas cartas para aspirar a meterse en la pelea casa dentro, pero El Nacional fue al Monumental, y como ha sido costumbre de los visitantes en esta segunda etapa, se llevó la victoria en un juego que volvió a desnudar la imprecisión del cuadro amarillo.

El Nacional ha demostrado que no es un hueso fácil de roer. El fin de semana complicó a Delfín en el Jocay y ayer hizo lo mismo con Barcelona, que a pesar de estar con dificultades en el campeonato le dio la seriedad del caso, tanto así que alineó al equipo más semejante al once para medir a Gremio en el Monumental.

Barcelona pisó firme desde el arranque. Tuvo 15 minutos muy buenos llegando al arco contrario, controlando la pelota, manejando los tiempos, y parecía que iba a ser un partido cómodo para el local.

Desde la tribuna este del estadio (que tuvo fundaciones, colegios y otras instituciones invitadas por el club) se sentía un optimismo único. El Ídolo hizo el mismo gesto en la primera etapa contra Deportivo Cuenca y ese día se quedaron con el triunfo.

Ayer, con el primer gol de Washington Vera aparecía un carnaval el estadio Monumental. La antesala de la Copa Libertadores y ese gol de Wacho dejaban abierta la posibilidad de una goleada, por lo que hacía el club anfitrión.

Con la chilena de Damián Díaz que se estrelló en el horizontal, crecía el convencimiento de que los amarillos podían salir airosos, pero la siguiente jugada iba a ser un baldazo de agua fría.

Adolfo Muñoz no falló frente a Máximo Banguera y silenció a un Monumental que festejaba apenas segundos atrás.

En el complemento las cosas no iban a cambiar. Barcelona fue con todo en busca del gol que lo pusiera al frente del marcador. El desgaste y esfuerzo eran para el local, pero la pelota estaba más caprichosa que nunca.

Ariel Nahuelpán volvió a ser víctima de la imprecisión canaria. El argentino hizo un trabajo destacable buscando el gol, pero la puntillada final no era precisa.

Pero el fútbol es muy raro y el que no hace los goles los ve hacer. El árbitro Ángel Hidalgo señaló el punto penal y El Nacional no desaprovechó la chance. El visitante giró el resultado y los amarillos siguen sin levantar cabeza en el torneo nacional. SDP