Pequena polemica

Se ha desatado una pequeña polémica respecto de una propuesta de Cynthia Viteri. Ella ha manifestado que rebajaría los impuestos y el candidato continuista a la Presidencia de la República, Moreno, ha manifestado que eso no se puede hacer porque los impuestos sirven para pagar maestros, médicos, fuerza pública, etc. Si bien es verdad que los impuestos sirven para sufragar los gastos del Estado en la administración, en las obras, en los servicios, no pueden servir para más que duplicar los entes burocráticos, pasando de 17 en la partidocracia, a 40 ministerios y secretarías con rango ministerial, pagar altos emolumentos a 500 asesores, que más parecen pipones de levita, gastar en una insultadera semanal que llaman sabatina y mantener dos aviones para el uso del presidente de la República: uno para sus frecuentes viajes al extranjero en compañía de grandes comitivas; otro para sus desplazamientos internos, cuando no viaja con caravanas por tierra, con una guardia de “corps” de 200 personas que tienen la misión de evitar los yucazos y de apresar a los ciudadanos que, pese a todo, se los dan al gobernante. Y no ocupa los Dhruv por elemental seguridad, pues son helicópteros que se precipitan a tierra, una vez sí y otra también. La lista sigue y el gasto es tan copioso que ha dejado vacías las arcas fiscales, a pesar del enorme endeudamiento interno y externo, de que se empeñó el oro físico del Banco Central y se vendió petróleo con pago anticipado que suma miles de millones, llegando a la inaudita circunstancia de que el Seguro Social busque crédito externo para unos hospitales, cuando siempre fue un recurso para el endeudamiento de los gobiernos y se debe saber cuánto le adeuda el actual régimen. Respecto a los frecuentes viajes internacionales, se ha dicho que el presidente de la República debe mantener su categoría viajando en avión propio, es decir que el hábito haga al monje, cuando un gobernante como José Mujica hace valer su pobreza y su delicadeza en la utilización de los bienes del Estado como uno de sus grandes méritos, que le han granjeado el respeto y la admiración universales. Y el papa actual cimentó su grandeza en la sencillez y la pobreza evangélica, cuya muestra fue la utilización del transporte público en vez de los grandes coches y los aviones propios en que se moviliza nuestro actual presidente, que las Pamelas quieren que gobierne para siempre. Tampoco pueden servir los impuestos para pagar larguísimas vacaciones doradas en Europa y si se evita todo ese inmenso gasto, además de otros muchos indebidos o innecesarios, la propuesta de Viteri tiene absoluto sustento.

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