lasso “desafía” a Lenín a debatir, obviamente, para querer avasallarlo (como León a Borja en el 84) pero no tiene el carisma del extinto líder.
Para impresionarnos y tratar de acortar la ventaja que Moreno le lleva, me imagino que sus asesores en marketing le han de aconsejar que imite hasta los gestos clásicos y expresiones célebres de Febres-Cordero.
En cambio Lenín, señor Director, que tiene acogida aún entre los detractores de Rafael Correa, (por su actitud pacifista y conciliadora) sería el que le saque más provecho al debate, por su humildad y sencillez; por eso, creo que el evento debe realizarse.
Miguel Ulloa Paredes