Luego de 10 años de gobierno y 10 días de visita en Ecuador, Rafael Correa suma fuerzas con su excanciller y colega de partido, Ricardo Patiño. Ambos se han puesto una nueva meta: hacer eco con una denuncia sobre alteración del orden constitucional ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Luis Almagro, secretario de la organización recibió el pedido y asegura que se hará un informe técnico al respecto. Las investigaciones empiezan.

En un documento de 14 páginas los dos políticos sustentan su preocupación con artículos de la Constitución, informes y todo un recuento de los pasos dados de Lenín Moreno alrededor de su convocatoria a consulta popular y referéndum. De acuerdo a su escrito, lo que ellos pretenden evitar con esta denuncia es que se afecte también el orden democrático.

Los dos señalamientos más importantes

Correa y Patiño señalan que lo peor es haberse saltado el debido proceso para la aprobación de las preguntas. Su postura se podría resumir en estas líneas sacadas del comunicado enviado a la OEA.

1. “Evitando de este modo que la Corte Constitucional se pronuncie respecto de la constitucionalidad y coloca a la ciudadanía en situación de indefensión”.

2. “Los actos de poder público debieron mantener conformidad con las normas constitucionales, y debieron por ese motivo, esperar el pronunciamiento de calificación de la Corte Constitucional, caso contrario carecerían de eficacia jurídica, como ha ocurrido finalmente”.

¿Y cómo sucedió toda esta alteración?

El recuento que se ha hecho empieza el 18 de septiembre, fecha en que Lenín Moreno, actual presidente, anuncia su intención de convocar a consulta. En el entretiempo pasaron muchos documentos y sesiones de la Corte Constitucional y ya para el 29 de noviembre Moreno convocó directamente, validado a través de dos decretos ejecutivos —señalados también como inconstitucionales—.

Hasta el momento las votaciones siguen y están programadas para el 4 de febrero del 2018. Sin embargo, el expresidente Correa, asegura que: “la historia los juzgará, y ojalá los tribunales también”.