
Los partidos, con el pie cambiado
Elecciones. Se espera la aprobación de la ley para elegir al nuevo Consejo de Participación para declarar el inicio del periodo electoral.
La onda expansiva alcanzó a casi todos. Aunque la expectativa era que las organizaciones políticas, que comparten una tendencia similar, se fortalezcan con la crisis que afecta a Alianza PAIS tras la ruptura entre ‘correístas’ y ‘morenistas’, la realidad es que también se montaron en un espiral de desacuerdos y acusaciones.
La Asamblea Nacional se ha convertido en el escenario evidente de esta lucha que involucra a las principales fuerzas políticas del país. La centro derecha representada por el movimiento Creando Oportunidades (CREO) y el Partido Social Cristiano (PSC) intercambió, desde hace dos semanas, imputaciones de haber pactado con los correístas, los unos, y con los morenistas, los otros. Al discurso volvieron las denuncias de pactos bajo la mesa.
La ruptura se produjo ante la decisión socialcristiana de no dar paso a la destitución directa de José Serrano de la presidencia de la Asamblea, como era la pretensión de CREO y que encontró apoyo en los legisladores cercanos al expresidente Rafael Correa. Aunque, finalmente coincidieron en votar por la destitución de Serrano y el llamado a juicio del fiscal Carlos Baca Mancheno. CREO también se quedó en solitario en la votación para la elección de la nueva presidenta del Legislativo: fueron los únicos que no dieron su apoyo a la oficialista Elizabeth Cabezas.
Entre PAIS y sus disidentes, tampoco ha cesado la tormenta. Ellos se autoatribuyen la representación de la izquierda. La acusación de la bancada verde flex es que sus antiguos compañeros de movimiento buscan generar ingobernabilidad, a toda costa, para provocar una Asamblea Constituyente, en el mediano plazo.
Casa adentro, las organizaciones políticas tampoco gozan necesariamente de armonía y, en algunas, los desacuerdos han saltado a la luz pública. La bancada de SUMA sufrió la baja del asambleísta Héctor Yépez. El 6 de enero pasado, él se abstuvo de votar por María Alejandra Vicuña como vicepresidenta y contravino la decisión de la bancada. Desde ahí se rompió toda relación con la dirigencia del movimiento.
Todo eso ante una ciudadanía que, según la última encuesta de Perfiles de Opinión, elaborada a finales de febrero, en el 77 % no simpatiza con ningún partido político. En el mismo mes de 2017, solo el 45 % decía no tener simpatía por las organizaciones políticas. Para el analista político Luis Verdesoto la situación actual no debe sorprender porque, a su criterio, es la continuación de la crisis de representatividad que vivía el país antes de 2006, cuando apareció la figura de Rafael Correa y la autodenominada revolución ciudadana.
“El autoritarismo de estos diez años no rompió ni resolvió el tema de la crisis de representación. Lo que hizo es copar todo el escenario y eliminar otras formas que ahora están aflorando con la misma vieja temática y prácticas”, dijo a EXPRESO.
Otro factor que estaría desatando estas confrontaciones externas e internas en las organizaciones políticas es la proximidad de las elecciones seccionales. En Guayaquil, se registraron hasta incidentes verbales entre simpatizantes de la excandidata a la presidencia por el PSC, Cynthia Viteri y la vicealcaldesa Doménica Tabacchi, ambas precandidatas a la alcaldía del Puerto Principal.
Para el consultor político, Gustavo Isch, esta etapa de transición aparente, que se vive desde que asumió el presidente Lenín Moreno, habría tomado a los partidos políticos más debilitados de lo que se creía. “Fueron minados por casi 11 años por una estrategia de desprestigio que orquestó el correísmo, pero también por sus propias prácticas que no se conectan con la gente y, al parecer, las quieren mantener”, dijo.
El reto de recuperar algo de la empatía perdida por la ciudadanía es grande para las organizaciones políticas a un año de las elecciones seccionales. Isch considera que, difícilmente, lo van a lograr pero que si se mantiene la actitud actual las cosas podrían empeorar.
Por su parte, Verdesoto cree que el desgaste de los partidos nacionales no se va a reflejar, necesariamente, en el próximo proceso electoral, por tratarse de elecciones locales, pero coincide en que si no hay cambios, a la larga, los partidos van a sentir las consecuencias en las urnas.
Ajustes y alianzas a la orden del día
El movimiento oficialista Alianza PAIS hará una reestructuración total de las directivas provinciales hasta mediados de mayo. Con esto espera arrancar con el trabajo en territorio y superar la crisis actual. Las resoluciones se tomaron en el palacio de Carondelet, en una reunión presidida por el líder del movimiento, Lenín Moreno. Ellos, además, definieron algunas condiciones que deberían cumplir sus líderes locales.
En la otra orilla, los correístas siguen esperando una respuesta del Consejo Nacional Electoral para la inscripción de su movimiento Revolución Alfarista.
En la oposición, movimientos como CREO apuestan por la fórmula de las alianzas que ya usaron en las elecciones pasadas. Hace dos semanas, logró la adhesión de la Democracia Cristiana a sus filas empezando por el expresidente Osvaldo Hurtado. La meta es atraer a los jóvenes.