Recibo con asombro las noticias del Ministerio del Interior, sobre la baja del índice delictivo en Guayaquil y Ecuador, porque el número de denuncias ha disminuido y no existen tantos PPL (personas privadas de libertad = presos). También que se investigará la difusión de videos que evidencian una conducta irregular de una exjueza. Tremendo despropósito y desfachatez.

Propiciar leyes permisivas que rebajan considerablemente las penas y no sancionen a los delincuentes para que no existan PPL, o solapar actuaciones reprochables de correligionarios, no significa control de la delincuencia sino auspiciarla. Si no existen denuncias, es por temor a represalias de los delincuentes o por desconfianza en el resultado en las investigaciones.

Los delitos no bajarán, mientras se permita el porte y uso libre de drogas y estupefacientes, bajo una tendencia ideológica de gobiernos y autoridades que propugnan fronteras abiertas sin controles migratorios, con una política de defensa de los derechos humanos de los traficantes, terroristas, guerrilleros y delincuentes, en contraposición a los derechos de los ciudadanos agredidos y perjudicados. En Ecuador los delincuentes están libres, asaltando con armas y alevosía, mientras que los ciudadanos honrados vivimos tras rejas, con peligro al salir a trabajar sin tener cómo defendernos. En Guayaquil no existe lugar libre de ataques delictivos, corremos peligro hasta dentro de nuestras casas, durmiendo en nuestras habitaciones.

No habrá fuerza pública suficiente para controlar la delincuencia, mientras existan jueces y fiscales que no cumplan su deber y acaten dócilmente las órdenes de sus superiores o de otras autoridades. Mientras funcionarios o exfuncionarios, intoxicados por el poder y prevalidos de influencias, agredan de palabra y obra a la policía, y en lugar de ser sancionados, se pretende sancionar a quien hace pública la actuación reprochable. No se ufanen de resultados irreales, disfrazados con indicadores sesgados y declaraciones políticas. ¡Unámonos la ciudadanía para parar la delincuencia y también la prepotencia!

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