Pan con pan

Partiendo del título de este artículo, un sánduche puede ser de jamón, queso, atún, incluido el “club sánduche”, que lleva de todo, pero no puede ser de la misma masa ya horneada, aunque sea la base fundamental de este “bocado” que sirve para matar el hambre de manera emergente, en la mayoría de los casos. Mas, no me voy a quedar realmente en la parte alimenticia, sino que establezco una suerte de comparación con la decisión de la Corte Constitucional que decidió, “inconstitucionalmente”, dar por legítimo el matrimonio igualitario, no con la diferencia de géneros, como exige la Carta Fundamental, es decir hombre con mujer, sino que también pueden hacer uso en forma legal, bajo el amparo de la dama ciega de la balanza, los que nacieron con una naturaleza sexual tergiversada, y pueden contraer nupcias entre sí, sin escandalizar a nadie. O sea, mujer con mujer y hombre con hombre. Por supuesto, los religiosos, sobre todo católicos, apegados a una tradición y moral que han permanecido inalterables por siglos, se oponen a esta decisión de la CC y se manifiestan contra ella con movilizaciones en calles y plazas y con reclamos ante la autoridad. No obstante, quienes están de acuerdo con este tipo de matrimonios entre gente del mismo sexo alegan que la Iglesia en que se adora a los santos y a Cristo, debería primero, para asumir el derecho a protestar, resolver el problema de pedofilia en sus miles de sacerdotes acusados de violación de niños, principalmente en las escuelas que regentan.

Hay, además, un agregado a esta “igualdad matrimonial” y es el permitir, también bajo el amparo de la ley, la adopción de niños para que este tipo de unión conyugal pueda tener hijos, como ocurre en toda familia normal. Hijos a los que educar, proteger y conducir satisfactoriamente por la vida.

Quienes se oponen a tal adopción señalan que el destino de tales adoptados es muy complejo ya que no sabrán quién mismo es el papá y quién la mamá. Y que, ante ello, se van a criar llenos de dudas y complejos, con el agregado de que pudieran ser menospreciados o víctimas de crueles mofas de su compañeros de escuela.