Pajaritos prenados

Las medidas económicas anunciadas por el presidente Moreno para salir de la crisis tienen como objetivo incentivar la inversión como medio de dinamizar la economía y generar empleo. Lograr dicho objetivo recurriendo a las fórmulas de siempre es un error que pronto se convierte en desencanto.

La crisis económica se supera con inversión del sector privado, el cual frente al mundo globalizado de competitividad de precios, calidad, volumen de producción, productividad, busca países con mano de obra barata y bajos impuestos.

Las condiciones contractuales deberían estar más acorde a la realidad mundial de competitividad, como por ejemplo, eliminar los recargos sobre la base de la remuneración mínima sectorial, como con el contrato eventual (35 % de recargo), y eliminar el recargo del 100 % en los sábados, domingos y feriados, si están dentro de las 40 horas semanales de trabajo.

En cuanto a la remuneración, la fórmula para eliminar el efecto inflacionario en cascada es la remuneración mixta. Esto es, un sueldo mínimo como base, en función de la producción, más un porcentaje de incremento, en función a la productividad. Esa fórmula ha permitido a India alcanzar una tasa de desempleo del 3,5 %, con un salario promedio de US$ 178 mensuales, captando US$ 62 mil millones de inversión extranjera; China, con una tasa de desempleo del 4,1 %, con un salario promedio de US$ 202.65 mensuales, captó US$ 133 mil millones; Chile, con una tasa de desempleo del 6,9 % y un salario promedio de US$ 356 mensuales, captó US$ 11 mil 266 millones de inversión extranjera. Ecuador con su sobreproteccionismo alcanzó una tasa de desempleo del 70 %, con un salario de US$ 375 mensuales, captó US$ 784 millones de inversión extranjera.

Queda claro que para salir de la crisis hay que generar trabajo, que aumentando la masa laboral se dinamiza la economía y el Estado recauda más por el IVA; que el trabajo lo crea el sector privado a través de inversión de capitales, y que estos se ubican donde se les ofrezca las mayores ventajas. Lo demás son pajaritos preñados.