
Pachakutik oficializa nuevo mando
El líder sarayacu Marlon Santi asumió, desde ayer, la dirección ejecutiva de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena.
La “minga nacional” empezó con fiesta. El líder sarayacu Marlon Santi asumió, desde ayer, la dirección ejecutiva de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena.
Desde temprano, a la sede del movimiento, ubicada en el centro norte de Quito, empezaron a llegar delegaciones de la Sierra norte y centro. También los amazónicos y campesinos de la Costa.
Cada una con un presente. Papas y chicha desde Imbabura, frutas desde Tungurahua, whipalas y collares desde Chimborazo y un machete, “para que corten de raíz la corrupción”, desde Manabí.
La posesión de Santi se dio dos meses después de haber ganado las elecciones internas de Pachakutik, en la Convención Nacional que se hizo en Guayaquil, el 16 de abril.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) demoró, según la dirigencia indígena, en entregar el certificado que avala la legalidad de la designación.
“Tengo que reconocer, usando palabras simples y hasta vulgares, que eso no me tenía preocupado, sino un poco cabreado. Tuvimos que ir con los compañeros asambleístas para saber qué pasaba”, dijo Santi.
Una banda, que llegó desde Saquisilí, toco música tradicional andina. Mientras, las mamas y taitas de Cotopaxi purificaron, con palo santo, el bastón de mando que llevará Santi, simbólicamente, hasta 2019.
¿Qué retos tiene que afrontar la nueva dirigencia? De forma urgente dos. El primero, conformar las listas para las elecciones de presidente de la República y de asambleístas para las elecciones de 2017. Para esto se desarrollarán elecciones primarias internas el 6 de agosto próximo.
El segundo está relacionado con la unidad del movimiento. En su discurso, el asambleísta Pepe Acacho dijo que “se vivieron momentos difíciles. Recuerden que les dije calma corazón, a muchos les pareció gracioso, pero ahora es el momento de construir esa unidad”.
Pero Pachakutik también quiere dejar atrás la etiqueta de ser un partido solo de las organizaciones indígenas o de la izquierda radical.
“Para nosotros, este es un movimiento integrador que converge alrededor de la igualdad, la justicia y la democracia. Por eso, empezamos una minga nacional para devolver la dignidad al país”, dijo Santi.
La posesión duró cerca de tres horas. Se selló con un brindis con la chicha de maíz de las comunidades que ya están celebrando el Inti Raymi. Luego hubo la tradicional pampa mesa de las comunidades. CRR