Vacaciones. La familia Altamirano Acosta previo a subirse al bus que los llevaría a Guaranda (Bolívar), lugar en que tienen familia y no han visitado en estos últimos cuatro años.

Unos se van, otros vienen

La ciudad ya no se queda vacía en los feriados. Por el contrario, así como hay guayaquileños que aprovechan estos días para viajar a otros destinos del país, hay compatriotas que arriban para disfrutar de sus atractivos turísticos. La realidad, sin duda alguna, es otra.

Ayer decenas de pasajeros se aglomeraron en la Terminal Terrestre de Guayaquil para comprar un pasaje. Con maletas, niños y hasta mascotas en brazos, salieron a disfrutar del feriado más largo del año.

El destino de los hermanos Sebastián (22) y Emilio Coello (21), por ejemplo, fue Manabí. Dos tablas de surf y un par de aletas de buceo los acompañaban. “Nos hemos preparado para los 5 días. En Manta tenemos familia, hay que aprovechar el descanso’, dijo el mayor.

Los jóvenes habían llegado al lugar alrededor de las 09:00. Sin embargo, eran las 11:00 y aún no obtenían su tique. La situación era similar para Francisco Meza y Arturo Vera, quienes viajaban a Cuenca; y la familia Beltrán Alvarado, que se desplazaba a Playas.

“Dicen que todo está demorado, pero no por el sistema. Nos han dicho que es por la afluencia de gente. Que todas las ventanillas están abarrotadas”, señaló Laura, una de las integrantes del numeroso clan.

Y no se equivocó, pues en la terminal el movimiento fue intenso. Las filas eran largas en las 88 cooperativas. En especial las de Manabí, Santa Elena, Cuenca, Ambato, Santo Domingo y Esmeraldas.

De hecho, según sus administradores, en cada una de ellas, se tuvieron que incrementar las frecuencias. Las unidades salían hasta cada 2 minutos. En su mayoría con rumbo a Playas o la Península.

Hasta las 11:00 de ayer (y contando desde las 00:00 del 31 de octubre), a decir de William Cedeño, supervisor general de la Fundación Terminal Terrestre, 145.000 personas peregrinaron desde Guayaquil a otras ciudades.

Asimismo decenas de visitantes llegaron al Puerto Principal para disfrutar de su historia, clima y atractivos turísticos, siendo la rueda moscovita (recientemente inaugurada), el malecón Simón Bolívar, Las Peñas, el cerro Santa Ana y el parque Seminario, los primeros -para muchos- de conocer.

“Esta ciudad tiene colorido y lugares encantadores por recorrer. Es la segunda vez que la visito. La noria es a lo primero que me voy a subir”, dijo la turista Clara Espinosa, que había llegado de Ambato acompañada de su esposo, hijas y madre.

Roberto Robles, quiteño, aseguró que haría lo mismo. No obstante a su lista le sumaría algo más: Plaza Lagos. “Me han dicho que el lugar es hermoso, que hay comida muy rica de probar”, expresó, al tiempo que caminaba entre el tumulto de gente y uno que otro policía, de los 40 que habían y resguardaban el lugar.

La presencia masiva de pasajeros obligó a la Fundación que en determinados momentos del día las escaleras eléctricas sean direccionadas solo a la parte alta, donde están los andenes de varias cooperativas interprovinciales. Asimismo a que decenas de mallas sean colocadas entre las ventanillas de las cooperativas.

“El día ha sido muy bueno. No son ni las 12:00 y 120 buses nuestros han salido”, resaltó Arturo Choez, vendedor de boletos de la Cooperativa Libertad Peninsular.