Oro, plata y bronce

El Ecuador tiene motivos para el regocijo. Superando su propio récord en la conquista del oro panamericano, alcanzó diez primeros puestos. Tres de ellos fueron logrados en marcha. Pareciera que desde el oro olímpico de Jefferson Pérez, partiendo de las victorias de Rolando Vera en San Silvestre y otras ciudades con importantes maratones, la marcha se ha constituido en una de las especialidades de mayor éxito para los atletas ecuatorianos.

Igual ocurre con el levantamiento de pesas, que nos proporciona oro, plata y bronce gracias al esfuerzo masculino y femenino de disciplinados deportistas. Y también en lucha grecorromana, donde alcanzamos dos medallas doradas. Por el mismo camino vamos en BMX, donde la victoria en Italia de Carapaz marcó todo un hito mundial y ahora obtiene un oro panamericano. Asimismo pareciera que, de nuevo, la natación, que precisamente en Lima nos otorgó la alegría histórica de los triunfos de los Mosqueteros del Guayas, recobra aliento en aguas abiertas. Tanto como el tenis, que en dobles logró una presea áurea, haciéndonos recordar a Pancho Segura, a Miguel Olvera, a Nicolás Lapentti y tantos otros que nos han otorgado magníficas victorias en el deporte blanco. Al atletismo, que lo menciono al último en la esperanza de que un esfuerzo nacional en dicha actividad nos brinde nuevos motivos de satisfacción, le agradezco otro oro en doscientos metros planos y espero que un esfuerzo en la preparación del futuro nos dé nuevas alegrías el próximo año en Tokio. Por el estilo, hemos crecido en judo, en canotaje, en surf. También en tiro deportivo, con dos medallas de plata y otra de bronce. Igualmente en patinaje artístico, que tendrá contenta a la secretaria de Deportes.

En cualquier caso, para que el oro logrado no se nos suba más allá de lo debido, cabe señalar que lo conseguido, no en todos los casos es producto del apoyo oficial y cabe, con la colaboración de lo privado, engrandecerlo para que pronto seamos una emergente potencia deportiva. Nuestra juventud ha demostrado que, también en las competencias deportivas, se podría estar entre los diez primeros.