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Origen del derecho de propiedad

Para terciar por una curul en el Congreso Nacional, Febres-Cordero renunció a la presidencia de las Cámaras de Industrias de Guayaquil y de la Nacional de Ecuador (junio 1978). Yo lo remplacé e inicié las Comidas del Industrial, invitando a expositores internacionales.

Leía la columna que, semanalmente, publicaba en El Universo Eudocio Ravines (1897-1979), fundador del Partido Comunista Peruano. Amigo personal de Stalin. Descubrió las mentiras del socialismo y lo combatió duramente. Se convirtió en anticomunista y partidario de la libertad. El comunista Velasco Alvarado le quitó su nacionalidad peruana (apátrida) en 1968. Después de leer La gran estafa lo llamé a México y lo invité a Guayaquil. Tembloroso, con Parkinson, ninguno de los empresarios, ni León (invitado) quisieron acompañarme en la presentación. Sorprendió el tono fuerte de su voz, la fluidez, claridad y contundencia de sus palabras. Hablaría 30 minutos, pero invitó a los asistentes a cenar. Habló 4 horas. Sorpresa, elogios y admiración.

El sábado lo despedí en el aeropuerto. El lunes al salir a dictar clases universitarias en México un auto lo esperaba, lo atropelló y lo mató (25 de enero de 1979).

Pierre Joseph Proudhon, (1809-1865) anarquista francés, sostuvo que “la propiedad es el robo” pero Marx y Engels la cambiaron: “la propiedad es un robo”. Estos últimos concluían que como la propiedad de todos es ilegítima y arbitraria, el Estado (ellos) asume el derecho de quitársela (robársela) a su poseedor.

Ravines descubrió que eso era una falacia. La primera manifestación social de la propiedad, dijo, fue la creación individual de herramientas (hachas, cuchillos) resultado de la inventiva del ‘Homo habilis’ para satisfacer sus necesidades durante un millón 800 mil años. Fueron creación propia de cada individuo. Este es el origen del derecho de propiedad, medios de producción o capital y no la posesión arbitraria de tierras y sus cerramientos, que fue la justificación marxista para los robos y expropiaciones de lo ajeno.