Organizaciones sociales y politicas

En las sociedades democráticas modernas los diferentes sectores económicos, sociales, políticos, étnicos y culturales se organizan. Este es un aspecto fundamental de su existencia. Por eso es un logro tanto para la vida de las relaciones entre la sociedad civil y Estado, así como entre los ciudadanos, para que ellas sean fluidas, se institucionalicen y encuentren mecanismos de solución de discrepancias y conflictos.

Ante ello es importante celebrar cuando en un país los colectivos se constituyen para impulsar sus intereses, objetivos y garantizar su desempeño, reproducción y estabilidad. También para la defensa de sus derechos, porque en una sociedad democrática cuando los diferentes grupos se organizan, esta avanza y los conflictos logran soluciones colectivas.

Es preciso que los grupos de interés y los referidos a lo ideológico y político se expresen en organizaciones. Sin embargo, no siempre las etiquetas y nombres se refieren a estructuras efectivamente cohesionadas.

Esto sucede en Ecuador, pues por la proximidad de las elecciones se agrupan diferentes núcleos y colectivos empresariales, sindicales, etc. Pero aquí se dan cosas curiosas que podríamos llamar hiperinflación de organizaciones (en realidad superabundancia de nombres antes que formas orgánicas reales).

Tal situación se da en la diferencia que hay entre las alianzas de varios grupos de aparente organización política, registradas en el CNE. Según este existen 70 colectivos políticamente estructurados, entre nacionales y locales. No obstante, en los distintos frentes electorales se exhibe un exceso de ellos. El caso más singular se da en un supuesto pacto entre organizaciones progubernamentales que tiene respaldo de 900 fuerzas sociales y políticas. De ser cierto este número quiere decir que el promedio de estas sería de 37,5. Evidentemente cuando esto se contrasta con la realidad no se constata dicha evidencia.

Lo mismo pasa con todos los frentes y supuestas alianzas. En este período hay una fiebre de nombres de acciones que no tienen presencia real. Por otro lado existen 70 organizaciones políticas para los próximos comicios.

Esto evidencia una amplia atomización que impide una auténtica representación política y doctrinaria. Tal fenómeno prueba la existencia del subdesarrollo político del Ecuador del primer cuarto del siglo XXI.