Oiga Lenin

Veo que se habla de reformar la Constitución actual y que nadie parece entender la urgencia de una nueva. La revolucionaria está plagada de trampas para mantener al correísmo en el poder, mucho después de que su protagonista haya viajado a Bélgica a disfrutar de las delicias del primer mundo, sin investigación alguna sobre la década soñada. ¿Alguien cree que el nuevo contralor, que será elegido por las autoridades correístas para los próximos 5 años determinará responsabilidades contra el actual régimen? ¿O que el nuevo fiscal elegido para los próximos 6 años lo hará? ¡Qué ingenuidad! Ahora -si me lo permiten- atenderé el llamado de mi conciencia, que no me deja conciliar el sueño por haber abandonado a un amigo a quien respeto más de lo que puedo expresar y contaré su historia. Es el único valiente que junto a Leo Viteri se atrevió a fajarse frente a la horda de borregos en la Constituyente. No recurro al bajo ardid de intentar manipular sus emociones narrando los hechos a mi manera. Estas son las palabras del protagonista: “...sigo igual, sin zapatos. Duelen mis pies. Sin medidor de azúcar, de presión. Ya van 2 años 4 meses sin visita íntima”. Sin mencionar los preocupantes aspectos concernientes a su salud, pienso en el refugio emocional que representa para alguien privado de su libertad, reunirse con el ser que ama. Y si hay derecho a impedirlo, tratando de quebrar la voluntad de quien alzó su voz para denunciar la corrupción, que hoy ya -descarada, impúdicamente- se pasea ante la vista de todo el país. El candidato de AP se ha presentado ante nosotros como un personaje humanitario que lucha por la causa de los discapacitados. Sus recientes comentarios sobre las escuelas del milenio me hacen pensar que trata de marcar distancia con el régimen. Entonces, recurro al ser humano y con todo respeto le pregunto: Oiga Lenín, ¿sería capaz usted de interceder por Galo Lara ante el todopoderoso señor dueño de nuestras vidas y nuestros destinos sin importarle que se enoje? Hágalo por favor. Algunos somos tan incrédulos que necesitamos ver la bondad para creer en ella.

Twitter:@DrRobertoLopez2