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El oficialismo es un gran signo de interrogacion

Mientras las agrupaciones políticas ensayan con diversos nombres de candidatos para las elecciones seccionales de marzo próximo, en Alianza PAIS (AP) hay silencio y lo único claro es que en la ciudad más grande del país, Guayaquil, apoyará a un tercero

Para la analista Nathalie Sierra, el presidente Lenin Moreno no le ha puesto mayor interés al movimiento, incluso ha sacado a sus militantes del gabinete.

¿Suspenso o de falta de alternativas? Mientras las agrupaciones políticas ensayan con diversos nombres de candidatos para las elecciones seccionales de marzo próximo, en Alianza PAIS (AP) hay silencio y lo único claro es que en la ciudad más grande del país, Guayaquil, apoyará a un tercero para la Alcaldía.

En Quito nadie se perfila como candidato para dirigir el Consejo Municipal o la Prefectura y en Cuenca tampoco hay un panorama claro sobre por quién apostará PAIS para esas dignidades, a cinco meses de los comicios.

Nada que ver con el pasado reciente. Hasta hace poco, AP fue la organización política que predominó por una década. La presidencia de la República, la Asamblea Nacional, municipios y gobiernos locales estaban copados por el verdeflex. Los nombres de los candidatos se podían prever con meses o años de anticipación. Todos estaban en boca del entonces líder máximo, Rafael Correa, y su gente más cercana.

Pero para la politóloga Nathalia Sierra todo eso cambió con el estallido de los casos de corrupción que dividió al movimiento oficialista entre correístas o morenistas, dejando además en evidencia la falta de un proyecto político común que mantenga unida a la estructura política base.

“Creo que esta será la prueba de fuego para Alianza PAIS y casi estoy segura de que no la podrá superar. En este momento no les articula más que un nombre porque luego del gran fraccionamiento con el ala correísta vinieron otras rupturas que no han podido solucionar”, dijo Sierra a EXPRESO.

En julio, por ejemplo, se separaron los asambleístas Joffre Poma, de Sucumbíos, y Juan P. Velín, de Morona, por desacuerdos con la designación de directivas provinciales y una falta de visión de cara al sufragio del 24 de marzo próximo.

¿Cómo se está preparando AP para esta gran prueba? Este Diario ha buscado en varias ocasiones la versión de su secretario ejecutivo, Gustavo Baroja. Ninguna ha tenido éxito.

Baroja fue escogido para este cargo en agosto. Su principal misión era reestructurar o democratizar la participación de otras voces ajenas a la cúpula verdeflex que manejó la organización política y lo puso en una situación “compleja”.

Algunas pistas sobre la participación del oficialismo en la contienda que se avecina dio la vicepresidenta María Alejandra Vicuña. Durante un acto en Durán, el 11 de octubre, la funcionaria aseguró que por el momento están “midiendo, evaluando y tomando las mejores decisiones” sobre los candidatos y las posibles alianzas.

Vicuña afirma que dentro de AP hay muchos militantes valiosos que podrían ir al pulso electoral de manera individual, pero no rechazarán la posibilidad de formar “un gran frente progresista”. Estas decisiones estarían tomadas la próxima semana, aunque extraoficialmente se conoce que en noviembre habrá elecciones internas.

A Sierra le quedan dudas de que el tiempo y el silencio que ha rondado a PAIS -y más cuando los que serían sus rivales directos vienen barajando nombres en las ciudades políticamente más significativas- estén relacionados con un proceso de análisis y reflexión de los mejores cuadros electorales.

“No hay proyecto, no hay una figura y no ha habido un proceso de formación de militantes, entonces mal se podría pensar que existe algo que les aglutina y eso pone en riesgo el resultado electoral”, dijo.

Aspectos

Presidencia

En agosto, el presidente Lenín Moreno fue elegido presidente de PAIS. Para la analista Nathalie Sierra, el mandatario no le ha puesto mayor interés al movimiento, incluso ha sacado a sus militantes del gabinete.

Dirección

Además de Baroja en la secretaría ejecutiva, María Alejandra Vicuña ocupa la primera vicepresidencia del movimiento y la actual presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, es la segunda vicepresidenta del oficialismo.