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Una nueva vision del trabajo

Hoy en el mundo se celebra el Día Universal del Trabajo; se lo hace desde hace 129 años. Esta conmemoración tiene un profundo significado, no solo histórico, sino también económico, social y político, e incluso cultural. Sin embargo, a más de los rituales, marchas y desfiles que realizan las diferentes organizaciones de trabajadores de las diversas naciones para rememorar la masacre de Chicago de 1886, este día constituye un momento idóneo para reflexionar sobre la nueva visión que se debe tener respecto al trabajo.

En este marco, lo primero que presenta el mundo laboral de nuestros días es que ya no se está únicamente ante el desafío de cómo incorporar el mayor número de trabajadores en situación de pleno empleo, porque las políticas económicas y laborales de los distintos países ya afrontan esa demanda de los portadores de la fuerza de trabajo. Si este fuera el caso, se estaría mirando solo un aspecto de las inéditas realidades que tienen hoy los trabajadores.

La sola presencia de dos principios básicos de la economía mundial de hoy, productividad y competitividad, ponen a los trabajadores ante un escenario que los enfrenta con la necesidad de cualificar sus condiciones humanas, científicas, técnicas y laborales para poder adecuarlas a este nuevo orden, puesto que no solo son las empresas las que deben ser más productivas y competitivas; a los integrantes de las diversas especializaciones les corresponde dar respuesta a los desafíos planetarios actuales.

Y estos no son los únicos problemas que se enfrentan en el mundo laboral. Ahora además se debe encarar con realismo, y sobre todo con apertura de comprensión, lo que se denomina el “efecto de la revolución científico-técnica” sobre el empleo. En estas circunstancias irrumpe con mayor fuerza, presión y dinamismo, en las últimas décadas, lo que se ha dado en llamar la nueva situación laboral, determinada por el trabajo virtual.

Adicionalmente, la OIT manifiesta que otro de los grandes problemas que se dan en el sector laboral es el que se refiere a la protección social y el “trabajo informal”. Este mismo organismo expresa que más del 50 % de los trabajadores del planeta se encuentran dentro de esta categoría. Por eso este 1 de Mayo debe ser un día de conmemoración, pero también de reflexión y análisis autocrítico.