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Nuestra tierra

En el último feriado hicimos un viaje familiar a Riobamba para disfrutar de los paisajes andinos y hacer recorrer su tierra a todos los pequeños de la familia, para que la conozcan, la aprecien y amen las bellezas de su patria, con el propósito de acrecentar sus sentimientos de ecuatorianidad.

Las vías de acceso se han deteriorado, encontrándose gran cantidad de hundimientos y orificios en ellas, todo esto aunado a un gran desvío cerca de Bucay, donde prácticamente se circula sobre grava, y al impacto de la travesía por el puente “Salsipuedes”, que aún no ha sido reparado y en donde el tráfico unidireccional regulado por un semáforo no sincronizado retarda de manera importante el tiempo de viaje; todo esto agravado por la presencia de la niebla que hacía muy lento el desplazamiento vehicular.

Llegamos a Riobamba y nos hospedamos en el albergue turístico Abraspungo, lugar en extremo acogedor, muy bien cuidado, en donde la atención del personal fue excelente y la comida verdaderamente exquisita y espléndidamente preparada.

Tomamos al día siguiente el Tren del Hielo y en la estación de Urbina tuvimos el privilegio de conocer la historia de los hieleros del Chimborazo, a quienes visité en 1983; eran 8 y en atención al tiempo han ido desapareciendo, quedando el último de ellos, Baltazar Ushca, de 74 años, quien con dos acémilas cargadas de paja sube a las nieves eternas para cortar grandes bloques de hielo que envueltos en esa paja son traídos de regreso a las comunidades para comercializarlos. En el centro de acogimiento escuchamos las experiencias relatadas por él en compañía de su hija; unos pasos más allá, su hermano Gregorio Ushca vendía helados de guanábana y mora hechos con el hielo de la majestuosa montaña y que tenían un sabor espectacular, nunca antes probado en la ciudad.

El viaje en tren fue una extraordinaria experiencia, sobre todo para los pequeños, que no la habían experimentado; conocieron museos, abrazaron el árbol de la sabiduría y almorzamos en La Moya una deliciosa comida típica elaborada por la comunidad. ¡Hermoso Ecuador!

Y sigo andando...