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Los mandatarios acudieron a las urnas con temor este 20 de agosto de 2023René Fraga.

El votante del norte de Quito, entre el temor y la estricta seguridad

La presencia de mayor control cambió el panorama en los recintos de la capital. Algunos negocios se vieron afectados

Una jornada electoral que se sintió distinta. Un gran contingente que incluía vallas de seguridad, policías y militares revisando bolsos y mochilas fue el ambiente en los recintos del norte de Quito, en las Elecciones Generales Anticipadas 2023, que se realizaron ayer.

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De hecho, el Consejo Nacional Electoral (CNE) había advertido a los votantes que eviten llevar mochilas a los centros de votación para evitar revisiones y agilizar el proceso. “Es la primera vez que me revisan de esta manera en unas votaciones. Es una sensación extraña y es una muestra de cómo estamos como país en seguridad”, aseguró Raquel Cano, una profesional del sector de la salud que acudió a votar en el recinto.

“La seguridad se ha incrementado. En años anteriores no era así. Lo demás está igual”, señaló Margarita Cobo, propietaria de un puesto de plastificación de papeletas electorales en el Colegio La Dolorosa.

Según el CNE, 53.000 efectivos de la Policía Nacional y 43.000 miembros de las Fuerzas Armadas protegieron a los más de 4.000 recintos electorales a escala nacional.

El sufragio de los candidatos en los diferentes recintos en el norte de la capital también dio una idea de la situación que atraviesa el país. Chalecos antibalas, guardaespaldas y escolta policial cuidaban la integridad de los políticos.

De hecho, esa situación causó molestias en el Colegio San Gabriel, otro recinto en el centro-norte de Quito. La llegada del operativo para que pueda votar el candidato por el movimiento RETO, Xavier Hervas, hizo que algunos ciudadanos deban esperar en la fila cerca de 40 minutos. “Debías haber madrugado a votar”, le gritaban algunos ciudadanos al candidato.

“Lamentablemente, la inseguridad, las amenazas, es un tema permanente acá en Ecuador y eso es lo que no podemos seguir viviendo los ecuatorianos”, dijo Hervas.

“Ver la cantidad de seguridad sí nos pone un poco nerviosos. Creo que han sido las elecciones más raras que hemos vivido por toda la violencia que hemos visto”, señaló Luis Varas, un jubilado que acudió a votar en el norte de Quito.

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La presencia de un número importante de militares marcó la jornada.René Fraga.

Algunos pequeños negocios, sobre todo los de comida que se agolpan a las afueras de los recintos, se sintieron perjudicados porque la clientela prefirió alejarse pronto de los centros de votación. “Llevo como tres votaciones vendiendo comida y creo que esta vez vendí menos. La gente se va más apurada mirando la cantidad de policías”, señaló Luzmila Pupiales, propietaria de un negocio de fritada cerca de la Universidad Tecnológica Equinoccial, en el norte de la ciudad.

“Sí se ha sentido menos ventas. Quizás puede ser por la lluvia y el frío de la mañana. Tal vez la gente llegue más tarde y vendamos más”, señaló Mauricio Jaramillo, vendedor de empanadas de morocho.

El caso más complejo fue el de Christian Zurita, del movimiento Construye, que reemplazó al candidato asesinado Fernando Villavicencio. Él acudió con chaleco antibalas y casco. Asimismo, los padres de Villavicencio acudieron con un fuerte resguardo policial.

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Música animó al votante

En la capital se reportaron 47 cierres viales. Todos en los perímetros alrededor de los recintos electorales. El operativo consistió en cerrar el acceso de vehículos y volver las zonas peatonales para que los ciudadanos que puedan ejercer sin derecho al voto con mayor seguridad. Uno de los recintos más grandes del norte es la Unidad Educativa Central Técnico. La gente asistió de forma masiva desde la mañana. Los agentes de la Policía organizaron el ingreso por filas, pues las mochilas y carteras eran revisadas. Mientras la gente hacía la cola pudo disfrutar de la música en vivo. Una banda familiar compuestas por Ani Sedlo y sus hermanos se instalaron en el parterre para tocar baladas en inglés y en español. A cambio recibieron aplausos y unas cuantas monedas.