En el estudio participaron 99 niños.

Los ninos pueden juzgarlo desde muy temprana edad, segun un estudio

Una investigación de Harvard asegura que están en capacidad de ‘evaluar’ a otras personas desde los 3 años.

Desde edades tempranas, los niños pueden distinguir en quién confiar y en quién no, según un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard y publicado por Developmental Psychology.

De acuerdo con la investigación, los pequeños están en capacidad de ‘evaluar’ a otras personas desde los 3 años. Y pueden ser más críticos a medida que crecen.

Para su análisis, los investigadores del instituto reunieron a un grupo de 99 niños, de edades entre 3 a 11 años. A todos les mostraron fotos de hombres cuyas caras habían sido retocadas para que parecieran más o menos ‘confiables’.

En su mayoría describieron como ‘buenas’ a aquellas personas con rasgos más finos; en cambio, a aquellos con rasgos más fuertes y pronunciados los tacharon de ‘malos’. Los menores de 3 años, en un 84 %, escogieron así. Mientras que los mayores de esa edad, en un 97 %.

En un segundo estudio, se pidió a los infantes que mencionaran los comportamientos que asociaban con las caras de los hombres. La novedad aquí es que hicieron las expresiones faciales más ‘sutiles’, con el fin de engañarlos.

Las preguntas para ellos fueron si creían que los individuos en las fotos podían ayudar a otros cuando necesitaban ayuda, si podían compartir o si podían levantar cosas pesadas.

Esperaban que se les hiciera más complejo, pero supieron cómo leer las caras de las personas. Los niños de 5 años manejaron mejor estos conceptos y asociaron bien las conexiones apropiadas entre cara y comportamiento.

Para un tercer estudio, subieron el medidor de dificultad: a las fotos tanto de personas aparentemente ‘buenas’ y ‘malas’ las retocaron para que sus rasgos fueran menos pronunciados. La pregunta era: ¿a quién le darías un objeto como una banana o un chocolate?

A pesar de que el promedio se redujo a 68 %, los niños siguieron inclinándose por aquellos con caras más ‘confiables’. Sin embargo, para los investigadores, el hecho de dar cosas a extraños con rostros ‘amigables’ suele darse en niños de mínimo 5 años.

“Tenemos una percepción errónea de que los niños asimilan lentamente lo que consumen a medida que maduran. Es lo contrario”, dijo el psicólogo y coautor del estudio Mahzarin Banaji.

Asimismo acotó que su investigación demuestra que las percepciones de las personas, por equivocadas o correctas que sean, pueden emerger desde muy temprano y no hay que juzgar a los niños a pesar de sus cortas edades.