Participación. Mirellis dirige una sesión junto a la vicerrectora académica de la Espol, Cecilia Paredes, como parte del programa ‘Tomas de poder’.

Una nina vicerrectora

Mirellis J., guayaquileña, de 16 años, quien vive en la parroquia El Morro, participó ayer en una sesión del consejo académico de la Espol, institución a la que visitaba por primera vez.

Los subdecanos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) tendrán tres semanas para entregar un cuadro con los cambios en las mallas curriculares efectuados hasta el semestre pasado. La novedad de esta decisión no es el plazo, sino que fue aprobada por una niña mientras cumplía por unas horas el rol de vicerrectora académica.

Mirellis J., guayaquileña, de 16 años, quien vive en la parroquia El Morro, participó ayer en una sesión del consejo académico de la Espol, institución a la que visitaba por primera vez. Lo hizo como parte de un programa de la organización Plan Internacional, que promueve los derechos de la niñez y la igualdad de las niñas.

Con motivo de celebrarse hoy el Día Nacional de la Niña, Plan Internacional promueve la actividad ‘Las chicas toman el poder’, donde las menores asumen roles de liderazgo en diferentes ámbitos: como dirigentes empresariales, alcaldesas, prefectas, rectoras universitarias, entre otros.

El fin es aprovechar esos espacios para pedir a las entidades un cambio en favor de la igualdad de oportunidades.

Es una actividad global que se replicó en más de 60 países y que en Ecuador involucró a 50 entidades públicas y privadas, como la Cámara de Industrias de Guayaquil; Aerolíneas Latam; la distribuidora farmacéutica Difare; la Dirección de Acción Social y Educación del Municipio de Guayaquil, además de la Espol.

Mirellis llegó a esta universidad pública acompañada de la gerente en Guayas de Plan Internacional, Vivianne Almeida.

Fueron recibidas por la vicerrectora académica y rectora electa de la Espol, Cecilia Paredes, quien presentó a la menor ante el consejo académico, explicó su presencia y de inmediato invitó a la niña a tomar su puesto y dirigir la reunión.

No fue solo un gesto simbólico. Paredes pidió a la menor su ayuda para decidir el plazo que se debía fijar para la entrega de los informes a los subdecanos. “Hay que considerar que no todos tenemos la misma rapidez para hacer las cosas ni las mismas circunstancias; hay que consultarlos para acordar un tiempo con el que todos se sientan cómodos”, respondió ella. Hubo un rápido sondeo y acordaron tres semanas.

Tras la sesión, Mirellis fue invitada a conocer una campaña que alista la Espol para atraer a más mujeres a las carreras de Ingeniería y Ciencias.

El porcentaje de estudiantes varones es notoriamente más alto que el de mujeres, como ocurre con este tipo de carreras en diferentes instituciones.

La campaña de la Espol apunta a las chicas de colegios con un mensaje que se basa en la motivación y una mentoría personal con las interesadas.

“Me gusta la idea de que quieran romper los estereotipos sobre la mujer”, expresó la menor, al tiempo de aportar que el mejor canal para llegar a los colegiales son las redes sociales de Internet e invitar a personajes conocidos por ellas.

También pidió un esfuerzo especial para que la campaña llegue a las zonas rurales y no se quede en sectores urbanos. “Tengo una amiga que es la abanderada y su sueño es ingresar a la Espol”, reveló. NTB

LAS MENORES TIENEN EN EL PAÍS CUATRO GRANDES BARRERAS

Ser una niña en Ecuador no es fácil. La ONG internacional y fundación local, Plan Internacional, señala que los principales cuatro enemigos de las niñas y adolescentes son: la violencia de género, el trabajo doméstico, el trato en la educación y los embarazos.

José Manuel Portugal, secretario ejecutivo del Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil, reconoce que “existe una mayor vulnerabilidad hacia las niñas por su condición de ser niñas”. Responsabiliza de la situación al entorno machista que “forma estereotipos y los incorpora en la mente de la sociedad desde la infancia”.

Pese a los esfuerzos nacionales, algunas cifras, en Ecuador, lejos de disminuir aumentan con el tiempo. Por ejemplo, ONU Mujeres señala que el incremento de partos de niñas entre 10 y 14 años fue del 78 % en los últimos 10 años. En cambio, el Observatorio de la Niñez y Adolescencia afirma que el uso de la violencia y el abuso en las prácticas de enseñanza pasó del 20 % en el 2000 a 26 % en el 2015.

Varios son los actores comprometidos para proteger a “las más pequeñas”. Fundaciones como Plan Internacional han realizado iniciativas como ‘Zona libre de embarazo’, escuelas de liderazgo o su movimiento ‘Por ser niña’ que lucha contra la desigualdad de género, promueve los derechos de las niñas e intenta sacarlas de la pobreza.

Portugal asegura que el organismo que preside también ha tomado acciones en búsqueda de la “sensibilización de la ciudadanía y la equidad entre niños y niñas”.

Estos actos van desde talleres de concienciación con los progenitores hasta la campaña ‘Me siento protegido’, la cual tiene entre sus aristas la destrucción de estereotipos que pesan sobre las niñas. A ellas generalmente se les enseña que “los niños sirven para una cosa y las niñas para otras. Estas (conductas) son fomentadas, inclusive, por los propios padres o madres que tienen una concepción discriminatoria”, puntualiza. MGM