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Necesidad de cambiar

AMLO promete cambiar México. Sobre todo, promete “no fallar” en la difícil tarea a enfrentar para lograrlo.

Son largos años los transcurridos asumiendo la corrupción como un comportamiento inherente a la acción política. En ese tiempo la ‘mordida’ se hizo una institución y el pueblo la asumió como una de sus tragedias más sencillas de soportar. Cantinflas la inmortalizó con sus películas. Ahora, la oferta de combatir la corrupción y acabar con la impunidad, entre otras múltiples promesas, le ha otorgado una amplia victoria a López Obrador. Sin embargo, no le queda nada fácil cumplirlas. Tiene en contra a la clase política del medio México que es usufructuario de la actual situación.

Ojalá le vaya bien y pueda cumplir, más allá de la rebaja de los sueldos y la venta del avión presidencial. Hay esperanza en el pueblo llano y malestar en la clase dirigente tradicional. Lo cierto es que México necesitaba un sacudón. Al gran país de Benito Juárez se lo siente manejado por diversas mafias delincuenciales que han agravado la brecha social y ensangrentado a la república. Lo de Ayotzinapa fue un cruel indicador de una situación que no puede continuar. México debe volver a ser un referente latinoamericano.

En Brasil, el otro gigante del continente, pero desde el otro lado del espectro político, Bolsonaro también promete cambiarlo todo. Desde los días de Hélder Câmara y Pablo Freire, venimos oyendo de esa necesidad. Todavía ahora podría reescribirse la Geografía del hambre. También la Geopolítica del hambre. Textos ambos del ilustre y ahora casi desconocido colega brasileño Josué de Castro, que dividía al mundo entre los que comen y los que no duermen. Los unos porque no tienen qué comer y los otros pensando en lo que les pueden hacer los que no duermen.

Bolsonaro ha planteado luchar contra la corrupción y contra la impunidad. (Por acá estamos esperando conocer la lista completa de Odebrecht.)

Ojalá en México y Brasil los cambios prometidos no se hagan al precio de las libertades y atropellando los derechos humanos. Necesitamos avanzar siendo libres y no simplemente alborotar.