Como suele hacerlo, respaldado por los suyos, el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot inició la defensa pública de su nombre. Lo hizo subido en la base del monumento a Antonio José de Sucre, que separa al Municipio de la Gobernación.

Nebot: “Ahora voy por ellos”

El alcalde Jaime Nebot, ya de guayabera, su uniforme de combate, se volcó ayer al contraataque. “Ni corro ni huyo”, dijo minutos después de presentarse en la Fiscalía provincial para pedir una investigación en su contra por la vinculación a Odebrecht,

Una defensa política. El alcalde Jaime Nebot, ya de guayabera, su uniforme de combate, se volcó ayer al contraataque. “Ni corro ni huyo”, dijo minutos después de presentarse en la Fiscalía provincial para pedir una investigación en su contra por la vinculación a Odebrecht, echando mano a una línea de su anterior discurso televisado. Y esta vez, ante el fervor de la calle, improvisó una más: “Y ahora voy por ellos”.

Es una declaratoria de guerra. Una guerra política y jurídica. Una guerra a las puertas de unas elecciones generales, anunciada desde la base del monumento a un héroe de guerra, Antonio José de Sucre. Nunca antes una declaración sin micrófono ni altavoz había resonado tanto.

El alcalde de Guayaquil, opositor emblemático al partido de Gobierno y exaliado en mal término de CREO, confirmó que iniciará la próxima semana diligencias preparatorias de juicio contra todos aquellos quienes participaron “en esta infamia”. Así llama Nebot a la vinculación de su nombre y apellido con la lista de 18 apelativos de ecuatorianos publicada en EXPRESO como parte de una investigación que proyecta la larga sombra de Odebrecht a los últimos 30 años de su presencia en el país, que le han servido para embolsillarse $ 5 mil millones en contratos con siete gobiernos, incluyendo el de la Revolución Ciudadana, su principal adjudicador histórico.

La fiscal provincial Patricia Morejón, que recibió el discurso de Nebot autorizando una investigación en su contra, descarta de momento la posibilidad: primero debe investigar si amerita una investigación sobre un asunto ocurrido hace tres décadas, declaró.

La clase política del país, por su parte, se ha aferrado con esmero a su característica reacción tardía. Pero cruda.

A cuatro días de la publicación de EXPRESO, el candidato Guillermo Lasso (CREO-SUMA) ha puesto el énfasis en dos ritmos: “Del pasado que se encargue la prensa investigativa” y del presente “se tiene que encargar el Poder Judicial que, hay que decirlo claro, no está haciendo nada”. Lasso ha considerado que la falta de concreciones “es claramente un intento de cubrir la corrupción”.

El oficialismo, voz direccional del debate público en una confesión que lo había acorralado en solitario y de la que aún no hay respuesta, ha encargado la vocería al presidente Rafael Correa, no a Lenín Moreno, aspirante a sucederlo, quien no se ha pronunciado.

El primer mandatario matizó, un día después de su reacción inicial, su punto de vista. Luego de haber vinculado la larga sombra de Odebrecht con la ‘Lista de los 18’ y el socialcristianismo, ha retomado: “No significa que estén involucrados en corrupción; pero de seguro dentro de esos 18 hay quienes recibieron billete”.

La pugna Correa-Nebot, una montaña rusa sin fin, ha amenazado ayer con revivirse vía Twitter: el presidente compartió un antiguo recorte de prensa que vincula al entonces gobernador de Guayas (Nebot) con una compañía brasileña en el Trasvase de Santa Elena, la primera obra de Odebrecht en el país. El alcalde respondió con una advertencia directa: “que no lo embarquen, con graves consecuencias, en cosas que usted no conoce”. Y volvió a desestimar la denuncia.

El socialcristianismo, cabía esperarse, ha cerrado filas en torno a su máximo líder. Con la candidata Cynthia Viteri a la cabeza, quien se ha mantenido al margen de Nebot en estos días, ratificó su “total” confianza en la figura del alcalde. Lo mismo han hecho los demás coidearios. La vicealcaldesa Doménica Tabacchi ha atribuido “los ataques” a candidatos “de bajada” que “saben que Cynthia Viteri va segunda”. El jefe de bloque Henry Cucalón lo atribuyó a “los desesperados por llegar al poder”. El PSC, en concreto, no ha dejado ataque sin contraataque.

Hoy, un mes después de la confesión de Odebrecht que destapara la corrupción, hay más disputas que respuestas.