Las inspecciones finales de las construcciones en Guayaquil después del terremoto del 16 de abril pasarán de los empleados municipales a las compañías especializadas, que realizarán esta labor en coordinación con la Cámara de la Construcción, señaló ayer en su enlace radial el alcalde Jaime Nebot.

No será el único cambio. En la ciudad, las normas de construcción se actualizan cada cierto tiempo, pero ahora se contratará, con asesoría de la Espol, una licitación internacional para que compañías con experiencia en sitios sísmicos como Japón y Chile ofrezcan sugerencias para los nuevos reglamentos acerca del tema.

Nebot dijo, además, que se contratará otra asesoría para evaluar los edificios de tráfico intenso, públicos y privados, algunos de los cuales se han construido hace ya 80 años. “Aparentemente no tienen problemas estructurales, pero es hora de hacer un análisis más profundo”, advirtió.

Sobre el giro de las inspecciones, comandadas ahora por la Cámara de Construcción, señaló que se decidió aquello después de una reunión con el presidente de esa entidad, Enrique Pita.

Al respecto, el alcalde aclaró que los valores de esas inspecciones no variarán para el ciudadano. “El único cambio estaría en que las cobrará la Cámara de Construcción y no el Municipio”, explicó.

En el Municipio, a aquellas construcciones que se les da permiso se las controla. Sin embargo, es más efectivo, señaló, el control a través de fedatarios que son personas naturales o jurídicas, vigiladas y escogidas por la Cámara de la Construcción.

El terremoto que devastó parte de la costa ecuatoriana dejó tres muertos en la ciudad. En el momento del desastre colapsaron nueve viviendas y otras 122 edificaciones resultaron afectadas con daños parciales. BIMP