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Ucrania y varios países buscan que Rusia pague por la invasión

Unos 13 millones de personas no pueden escapar del conflicto. Moscú reconoce que han muerto 1.351 de sus soldados. Kiev, el objetivo de Putin

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El bombazo del 16 de marzo al teatro de Mariupol ha dejado unos 300 muertos, reconoce Ucrania.El País

Ucrania, con el apoyo de varios países de distintas regiones, anunció ayer una iniciativa para tratar de asegurar que Rusia rinda cuentas por la invasión de su país. Albania, Colombia, Dinamarca, las Islas Marshall y Países Bajos, junto al Gobierno ucraniano, pusieron en marcha un Grupo de Amigos de la Rendición de Cuentas, con el que buscan garantizar que haya justicia por los crímenes cometidos en el marco de la actual guerra.

El grupo está abierto a otros países y algunos, entre ellos Estados Unidos, ya anunciaron su adhesión. Su intención es trabajar en Nueva York y Ginebra y servir como un foro para promover y coordinar los distintos procesos que se están poniendo en marcha para evitar la impunidad ante los delitos más graves que se están cometiendo. Ante la Corte Penal Internacional (CPI) decenas de países están impulsando además una denuncia contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, para que rinda cuentas por las consecuencias de la invasión de Ucrania.

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Las Fuerzas Armadas de Rusia destruyeron con misiles de crucero de alta precisión desde el mar un depósito de combustible en el centro de Ucrania, el mayor en esa parte del país de los que Kiev disponía para abastecer a sus tropas, aseguró hoy el Ministerio de Defensa ruso en su parte militar matutino. Occidente ha declarado a Rusia una guerra híbrida total, pero no ha logrado el objetivo de aislarla, afirmó hoy el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al comentar las sanciones impuestas contra su país tras el inicio de la campaña militar en Ucrania.

Mientras tanto el Ministerio de Defensa ruso ha afirmado ayer que han muerto 1.351 de sus soldados desde el inicio de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero pasado. Sin embargo, el ministerio afirma que la guerra continuará hasta que se cumplan “todos los objetivos”, y que no descarta el tomar ciudades como Kiev y Járkov.

El Kremlin negó que el Ejército ruso haya usado bombas de fósforo blanco, una arma química ilegal según la Convención de Armas Químicas de 1997, en el marco de la ofensiva militar rusa en Ucrania.

El municipio de Mariupol ha asegurado ayer que al menos 300 personas murieron en el bombardeo del teatro de la localidad el 16 de marzo por parte de las tropas rusas. Se trata de la primera vez que Ucrania ofrece un balance de víctimas mortales en el ataque al edificio, en el que se refugiaban entre 1.000 y 1.200 personas, según Kiev, y del que se pudieron rescatar unos 130 ciudadanos. Por ello se desconoce el número de los que pueden encontrarse todavía sepultados bajo los escombros.

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Naciones Unidas ha denunciado que en la ciudad portuaria hay fosas comunes, algunas con hasta 200 cadáveres, y ha recalcado que se está produciendo una “violación de los derechos humanos”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró “decepcionado” por no poder cruzar desde Polonia la frontera con Ucrania para evaluar por sí mismo el impacto de la guerra en ese país, al asegurar que no le “dejan” hacerlo por motivos de seguridad.

Líderes y estrategas políticos de todo el mundo se reúnen este fin de semana en Catar para abordar en el tradicional Foro de Doha los principales asuntos de máxima preocupación en el mundo, en un programa que en principio incluía la crisis medioambiental, los retos que sigue planteando la COVID-19 o el conflicto palestino-israelí y en el que se ha colado ahora la guerra de Ucrania.

El papa Francisco consagró ayer a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en una ceremonia en el Vaticano, en la que pidió la paz y condenó la destrucción de la guerra. “Las bombas destruyen las casas y las vidas de tantos de nuestros hermanos ucranianos indefensos”, dijo el pontífice en su homilía. “La guerra atroz hace sufrir a todos, provoca en cada uno miedo y aflicción. Experimentamos en nuestro interior un sentido de impotencia y de incapacidad”, añadió. “La presencia de Dios y el perdón divino, el único que elimina el mal, desarma el rencor y devuelve la paz al corazón” pronunció el pontífice en su acto religioso.