
Trampolín a jóvenes desfavorecidos
Se trata de una de las escuelas de circo más prestigiosas de África Occidental que ha formado a cientos de jóvenes
En el calor húmedo de un hangar de Conakry, cinco jóvenes hacen piruetas, se retuercen y practican malabares al ritmo de las percusiones de los músicos, como un desafío a las leyes de la gravedad y la anatomía humana.
Te puede interesar Refugiados norcoreanos añoran a sus familias detrás de una frontera impenetrable
Cada día, durante varias horas, estos guineanos entrenan en el centro de arte acrobático Fodéba Keïta, una de las escuelas de circo más prestigiosas de África Occidental, que ha formado a cientos de jóvenes desfavorecidos y ha dado a conocer a Guinea en todo el mundo.
A pesar de los medios muy limitados, en línea con la pobreza del país, la escuela es un verdadero escaparate para estos jóvenes.
Más de 200 antiguos alumnos fueron contratados por compañías internacionales, como el famoso Cirque du Soleil, UniverSoul Circus, Kalabanté o Circus Baobab.
Las actuaciones ensayadas se suceden. Sin esfuerzo, los cuerpos se apilan en figuras imposibles. Algunos encadenan saltos mortales mientras otros se encaraman a trapecios.
Como colofón del espectáculo, el cuerpo desarticulado del contorsionista Mohamed Fofana adopta posturas inverosímiles que dan náuseas.
La escuela, que acoge a un centenar de alumnos, fue creada por un antiguo miembro del mítico Circus Baobab, Ibrahim Bamba, conocido en escena como maestro BBL.
Largas horas de entrenamiento
En esta sala construida por la embajada de Francia en Guinea en el año 2000, el material desgastado muestra las huellas de las largas horas de entrenamiento. Bajo el inmenso techo, una tela roja y unos trapecios permiten practicar acrobacias.
Ese día, muchos alumnos se fueron de gira a Turquía con la compañía de la escuela, el circo Tinafan, que significa “Mañana será mejor” en lengua susu.
Este año, el contorsionista Papi Flex, antiguo alumno de la escuela, ganó un premio Guinness. El joven ha actuado en programas de televisión y en escenarios de todo el mundo.
Algo que hace soñar a los estudiantes que buscan un futuro mejor.
“Los que veo en Europa, Brasil, Canadá y Francia me animan a trabajar aún más. Porque algún día yo también quiero formar parte de sus compañías”, confiesa a la AFP Mamadou Saliou Diallo, acróbata, malabarista y equilibrista de 26 años.
En este país dirigido por una junta militar desde un golpe de Estado en 2021, la escuela ofrece perspectivas a estos jóvenes que, como miles de otros guineanos desde hace años, están tentados de llegar a Europa de forma clandestina por las peligrosas rutas del desierto o del mar.
“Sufrimos mucho aquí... Por eso, muchos jóvenes se marchan para intentar la ‘aventura’”, término habitual entre los locales para referirse a su travesía migratoria, cuenta Mamadou Saliou Diallo.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!