
Mar Rojo saudí: descubriendo lo inimaginable
Este destino alberga en sus aguas uno de los ecosistemas marinos y arrecifes coralinos más impresionantes del mundo
A unas ocho horas de vuelo de los lugares donde habita el 80 % de la población mundial se encuentra un archipiélago de playas vírgenes, volcanes inactivos, extensas dunas desérticas, cañones montañosos, sitios históricos y culturales, y numerosas islas prístinas rodeadas de aguas cristalinas y por unos de los sistemas de barrera de coral más grandes del mundo: el Mar Rojo saudí.
Con una longitud de más de 2.000 kilómetros y una anchura máxima de 355 kilómetros, una forma larga y angosta y una superficie de 450.000 kilómetros cuadrados, el Mar Rojo se sitúa entre África y Asia, está rodeado por ocho países (Egipto, Arabia Saudita, Sudán, Yemen, Eritrea, Israel, Yibuti y Jordania) y es conocido por sus aguas cálidas y cristalinas, su gran biodiversidad y las bellezas de sus entornos naturales.
Las aguas y los 1.800 kilómetros de costa virgen de este cuerpo de agua salada correspondientes a Arabia Saudita, área conocida como Mar Rojo saudí, incluyen islas intactas y una constelación de complejos hoteleros innovadores, que se han transformado en un destino que cautiva a los viajeros más exigentes, donde el lujo más alto se une a la aventura y la sostenibilidad ambiental.
En este área, el 75% de las islas permanecen intactas y nueve de ellas son zonas especiales de conservación; se excluyen los plásticos de un solo uso; los vegetales proceden de un vivero situado sobre el terreno y se opera con ‘cero residuos’ en los vertederos y ‘cero huella de carbono’, según Visit Saudi (VS), web oficial de la autoridad de Turismo saudí, que impulsa la marca de consumo ‘Saudi, Welcome to Arabia’.

Un mundo de islas y lagunas ocultas
Se trata de un área del Mar Rojo destinada a un turismo sostenible y responsable, que abarca más de 28.000 kilómetros cuadrados y donde se ha previsto limitar el número de visitas, para garantizar que se cumplan los objetivos de mejora ambiental, según informa VS (www.visitsaudi.com).
Con aguas excepcionalmente cálidas, saladas y protegidas de las influencias acuáticas del exterior, las condiciones únicas del Mar Rojo saudí lo han convertido en un oasis con arrecifes deslumbrantes y llenos de biodiversidad, que permanecen pristinos, destaca VS.
Recientemente, los complejos turísticos de Shebara, Desert Rock, Six Senses Southern Dunes, St. Regis Red Sea Resort y Nujuma, se han unido a las plataformas de experiencias Galaxea, WAMA y Akun, que operan en el Mar Rojo saudí, para ofrecer un nuevo estándar de lujo costero en esa región, según puntualizan.
Galaxea es un centro de buceo y actividades deportivas que ofrece experiencias de buceo, esnórquel y conservación; WAMA es un club de vela que permite disfrutar de las idílicas condiciones de navegación del Mar Rojo; y Akun es una firma de deportes de aventura como montaña, ciclismo, ‘trail running’ y senderismo, explican desde el equipo de comunicación de VS.
Añaden que “la época ideal para visitar el Mar Rojo saudí es entre octubre y abril, cuando allí el clima es agradablemente cálido, lo que lo hace perfecto para actividades en la playa y arrecifes, el buceo y las visitas a las islas y lagunas ocultas”.

Aunque su capital Petra se lleve la fama, los nabateos fundaron otras ciudades y excavaron más tumbas en la roca. En territorio saudí está Madain Saleh, donde se encuentran iconos como Qasr Al-Farid, esculpida en una aislada formación.
— Viaje al Patrimonio (@viajepatrimonio) October 4, 2020
Vídeo vía YouTube de Hadeel Alwaqeet pic.twitter.com/2ZZMPYMvU2
Escapada futurista a una isla paradisíaca
Para el público internacional que descubre el Mar Rojo saudí por primera vez, esta región no solo ofrece resorts de lujo y actividades atractivas, sino también experiencias inmersivas que la transforman en un parque de atracciones donde se fusionan lujo y aventura, cautivando a los viajeros más exigentes, destaca VS, que describe a continuación esta oferta innovadora.Escapada futurista a una isla paradisíaca.
Suspendido sobre una laguna resplandeciente en la isla de Shebara, el complejo Shebara Resort cuenta con 38 villas esféricas de acero inoxidable, algunas flotando sobre el agua y otras a lo largo de la costa, y todas ellas con vistas panorámicas del mar, las cuales brillan como perlas en el mar turquesa y funcionan íntegramente con energía solar.
Los huéspedes acceden directamente, con buceo y ‘snorkel’, a uno de los ecosistemas de coral más saludables de la región, que durante el día rebosa de vida marina caleidoscópica. Por la noche, el ‘spa’ ofrece tratamientos exclusivos, como el masaje ‘Moonlight’, con aceites infusionados y bajo las estrellas. Su gastronomía ha sido elaborada por chefs de talla mundial.

Santuario tallado en piedra en el desierto
Construido en las montañas de granito y con 64 villas y suites integradas en cuevas y paredes rocosas, el Desert Rock Resort invita a los huéspedes a dormir en los propios acantilados, fusionando arquitectura con geología y transformando el desierto en un exclusivo parque de atracciones con emociones fuertes.
Los huéspedes pueden hacer senderismo por wadis (cauces de río secos); recorrer en bicicleta valles espectaculares; escalar guiados por instructores; y practicar rappel, tirolina y vía ferrata. De noche, pueden apreciar uno de los cielos nocturnos más claros del mundo, disfrutando de sesiones guiadas de astronomía, excursiones y cenas, bajo constelaciones deslumbrantes.
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