Asamblea Nacional
Imagen referencial de la Asamblea Nacional.RENÉ FRAGA

Multa a legisladores por ausencias: ¿medida efectiva o populismo legislativo?

La medida de Olsen es vista como “populismo legislativo”. Se insiste en cambiar la calidad de la gestión

La Asamblea Nacional tiene el primer listado de los legisladores que serán sancionados por faltar a las sesiones del Pleno. Son 27 parlamentarios los que recibirán una multa de 158,63 dólares por la ausencia injustificada, cuya cifra será descontada del salario que reciben.

La medida se toma después de que el presidente del Legislativo, el oficialista (ADN), Niels Olsen, ratificó el último día de mayo que la asistencia de los asambleístas será tomada de forma electrónica, desde la computadora personal ubicada en cada una de las curules que ocupan los legisladores.

Según Olsen, este control parlamentario busca fomentar la participación de los legisladores en las plenarias y fortalecer el trabajo de la Función Legislativa en el país. Su resolución es la segunda medida que toma de este tipo, pues luego de la posesión de la nueva Asamblea, anunció que las sesiones plenarias se realizarán toda la semana y no solo los jueves y viernes.

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Sanciones por no acudir al parlamento

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No obstante, los ajustes aún distan de brindar garantías para lograr que la labor del Legislativo sea efectiva y, aunque las sanciones por no acudir al Parlamento se expusieron como una resolución inédita en el nuevo período, no son nuevas.

La sanción por faltas y atrasos se estableció en el 2009. “Es solo comunicación política. No es novedad. Ha tenido reformas, en algunos períodos se aplicó con mayor rigurosidad, en otros no tanto. Inclusive, en el período pasado se detectó que, solo en 10 meses de 2024, se descontaron 50.000 mil dólares a los legisladores por esas causas”, dice el coordinador del Observatorio Legislativo, Roger Celi.

Los exasambleístas también coinciden en que la medida ya existía. El exlegislador, Juan Fernando Flores, quien fue coordinador de la bancada de CREO, señala que “lamentablemente se ha usado para vender algo nuevo, pero hay que tener cuidado con el populismo legislativo”. El exparlamentario, Héctor Muñoz, del movimiento SUMA, coincide. “Lo que pasó es que se cambió el registro a electrónico, porque antes había uno manual. Incluso la multa podía aumentar si es que el asambleísta ese día tenía convocatoria al Pleno y a la comisión, pero faltaba”, menciona.

Los sancionados por faltar al legislativo

Ellos consideran que el punto a destacar es la voluntad para transparentar el listado, pues los nombres se hicieron públicos. De hecho, esa exposición generó la reacción del asambleísta gobiernista Esteban Torres (ADN), quien figura en la nómina de los ausentes, pero aseguró que “ni falté ni me atrasé” y adjuntó un certificado del Secretario de la Asamblea en X.

Si bien saludan la decisión del presidente Olsen por publicar la nómina, a la cual no era fácil acceder en anteriores administraciones, también manifiestan varias críticas.

Blasco Luna, asambleísta del correísmo (RC), opina que la sanción “es correcta”. No obstante tilda a la medida como “mediática porque empezará a sancionar las ausencias en el Pleno, pero el jueves vimos a Olsen en horas laborales en el partido de fútbol (de eliminatorias). No debería ser discrecional sino permanente a las funciones de cada legislador, para responder a cada proceso. Todos deben cumplir con su trabajo”, subraya.

Además, hay dudas sobre la efectividad para optimizar así la labor de la Función Legislativa, pues no se abordan los principales problemas.

Para Muñoz, la idea no es solo que vayan, sino que aporten. “De nada sirve tener 151 asambleístas sentados en sus curules sin aportar. ¿Esto tendrá un resultado proporcional a la calidad de lo que salga de la Asamblea? No necesariamente. Me parece que deberían reforzarse las herramientas paralelas a la gestión del asambleísta o a la función de sus asesores, como la Unidad Técnica Legislativa para que no dependa de la autoridad del Parlamento, sino que sea autónoma y forme profesionales de carrera, que perfeccionen el trabajo legislativo e incluso, hacer reformas para que los legisladores se reelijan y que sean más técnicos, con estudios, sin conflictos con la justicia, pero es difícil que eso ocurra”.

Celi, por su parte, sugiere que las sanciones deberían aplicarse a lo más importante que es la ausencia en votaciones, la cual es muy baja. “Hay legisladores que solo tienen presencia de votación del 60%, es decir, en el 40% no están, como Ferdinand Álvarez, Javier Jurado y la propia Valentina Centeno”, jefa de bancada de ADN.

La necesidad de un cambio en la forma de legislar

El analista también sostiene que debería cambiar la forma en cómo desempeñan su trabajo y presentar proyectos integrales. “Los asambleístas piden reformas de solo un artículo o cambiar una coma. Si no trabajan como bancada, vamos a seguir teniendo 500 o 600 proyectos de ley que no llegan a nada. No se atreven a tratar los temas complejos”. Entre ellos, menciona, a la reforma laboral, minería, crimen organizado, UAFE, “proyectos que están avanzados, pero no los ponen en la agenda “.

Otro aspecto que cuestiona es que, a nivel de representación, “muchos están sujetos a presiones, hay conflicto de intereses, toman decisiones en función de aspiraciones gremiales, organizaciones, etc”.

Ahora, un desafío es lograr que la sanción se efectivice. “Lo importante será ver que se aplique y que no se pretenda salvar a unos y sancionar a otros. Existe un escanio público, pero también depende de la responsabilidad de la Asamblea en cobrar”, finaliza Flores. 

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