
Mineros buscan evitar la ruina por suspension
Preocupante. Así definen representantes del sector minero a los efectos de la suspensión de la actividad tras el decreto 258 que dictó el estado de excepción en Zaruma, el pasado 14 de septiembre.
Preocupante. Así definen representantes del sector minero a los efectos de la suspensión de la actividad tras el decreto 258 que dictó el estado de excepción en Zaruma, el pasado 14 de septiembre.
A diez días de la resolución, las primeras afectaciones alcanzaron 49 concesiones bajo control de grandes y pequeñas empresas en plena tarea de explotación, ubicadas dentro del distrito minero Zaruma-Portovelo. Lo que habría provocado graves perjuicios en un alto porcentaje, de al menos 3 mil mineros que trabajan mediante contratos de operación en áreas -por ahora- paralizadas dentro del perímetro de 173 hectáreas definidas como zona de exclusión.
El empresariado alineado en la Cámara Nacional de Minería (CNM) y agrupados en la Cámara de la Pequeña Minería del Ecuador (Capemine) ya definen propuestas ante el Gobierno, orientadas a conjurar los efectos negativos de la interrupción de actividades.
La mañana del viernes, Francisco Cevallos y Ermo Romero, director ejecutivo y vicepresidente de la CNM, se reunieron con los presidentes de las filiales de Guayas, Azuay, Machala, Portovelo, Piñas y Zaruma por El Oro; Loja y Zamora Chinchipe, para analizar lo que califican como una preocupante situación.
Los dirigentes consideran que es necesario diferenciar el significado de zona de exclusión y de excepción. Términos usualmente aplicados a propósito de los problemas desencadenados en el casco urbano y colonial de Zaruma y cuya principal responsabilidad recae en los conocidos “sableros”, que han venido operando sin Dios ni ley en la zona minera del altiplano orense.
El vicepresidente del gremio expresó que la situación es altamente crítica porque no tienen cómo cumplir las obligaciones, “los legalizados están pagando la culpa de los ilegales”.
Considera que al momento es prioritario y necesario el impulso a la Ley de Desarrollo y Fomento para la Pequeña Minería y Minería Artesanal.
“Necesitamos un marco legal que sea ágil y no demore para empezar los trabajos mineros”, apuntó, al señalar que actualmente le dan un título y recién puede empezar en 2 o 3 años por cuestiones del plan de manejo ambiental y otros trámites engorrosos. Tema que ya ha sido puesto a consideración por la Cámara Nacional al Ministerio de Minería.
El gremio nacional resolvió pedir inspecciones a las labores mineras para determinar que no afecten a Zaruma, constituir una mesa técnica local para conocer los nudos críticos que afectan al normal desarrollo de la minería formal en el país, mantener una reunión con titulares de las Carteras de Estado en El Oro; y finalmente, sostener una reunión con el presidente para que conozca la realidad del sector en cifras.
“Quien sea sorprendido ese momento debe ser clausurado y sometido a las sanciones que la ley prevé; o en su defecto, quienes cumplan y desarrollen su trabajo de acuerdo a lo que disponen las normativas reanuden sus actividades...”, dijo Héctor Toro, quien se dedica a la minería formal.
Alberto Rodríguez, presidente de la Capemine, anunció para el próximo viernes 29 un encuentro nacional, en la sede de Machala.