No darle coyuntura política a este partido es imposible, empezando por el que los mismos jugadores mexicanos anunciaron que buscarán llevar alegría a sus coterráneos que viven en Estados Unidos, tras la decepción que les supuso el triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de ese país.

Con ese panorama, la selección de fútbol de México iniciará hoy su trayecto final hacia el Mundial de Rusia 2018 con una complicada visita precisamente al país del norte, en la que además intentarán poner fin a la racha de cuatro derrotas sufridas ante su acérrimo rival en el llamado “clásico” de la Concacaf.

En los últimos cuatro procesos eliminatorios (2001, 2005, 2009 y 2013), el “Tri” perdió 2-0 en su visita a los estadounidenses en el estadio Mapfre de Columbus, Ohio, sede donde hoy se volverán a enfrentar, a partir de la 20:00 de Ecuador.

“Sabemos la dificultad que va a tener ese partido, contra un rival complicado en un campo en el que México nunca ha conseguido la victoria. Estamos preparados para ellos y ojalá que podamos cambiar la historia”, manifestó el mediocampista Giovani Dos Santos.

Uno de los jugadores aztecas más emblemáticos, Javier ‘el Chicharito’ Hernández, puso el dedo en la yaga. “Hay momentos que no son tan bonitos como el martes para todos los latinos (...) Lamentablemente fue la decisión que tomó este país y hay que afrontarla y si con nuestro partido podemos quitarles un poco el mal momento y los malos sentimientos, bienvenidos sean”, añadió.

Jürgen Klinsmann, técnico de Estados Unidos, dijo que desean repetir la dosis (empezar ganando) para iniciar el hexagonal final con el pie derecho.

“La historia que hagas, especialmente ante México, siempre será especial para nosotros. Todo mundo quiere jugar esta clase de partidos porque son increíbles, hemos tenido buenas experiencias y espero que el del viernes sea uno más”, dijo el mediocampista y capitán Michael Bradley.