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Un fin de mes que duro todo el ano

A inicios de año, el Estado ya sabía que iba a necesitar más recursos de los que ingresaba para cubrir su presupuesto. El déficit, estimaban las autoridades económicas, sería de 6.600 millones. Pero ha hecho falta mucho más.

Un fin de mes que duró todo el año

A inicios de año, el Estado ya sabía que iba a necesitar más recursos de los que ingresaba para cubrir su presupuesto. El déficit, estimaban las autoridades económicas, sería de 6.600 millones. Pero ha hecho falta mucho más. Como si la economía llegase a fin de mes con las justas durante todo el 2016, Ecuador ha terminado por necesitar más de 13.000 millones. Y eso sin contar diciembre.

Si así ha sido el panorama para el Estado recaudador, peor lo han tenido las empresas y los hogares. El cinturón de ajuste se ha traducido en un aumento del desempleo, de la morosidad, del consumo y, por tanto, también de la recaudación.

Un círculo de descubiertos que se retroalimenta, porque cuando uno no cumple, el otro tampoco. Y, obviamente, eso afecta a todos, a la economía en general y pone las cifras en rojo.

Ecuador, según reconoció ayer el Banco Central de Ecuador, decreció durante cinco trimestres consecutivos. La anunciada recuperación tomó la cifra de -1,6 % del PIB que, pese a ser negativa, refleja, según la nueva gerente del BCE, Madeleine Abarca, una mejoría respecto al -2,2 % del trimestre anterior (siempre comparados con los mismos trimestres de 2015).

Pero cinco informes consecutivos en decrecimiento del Producto Interno Bruto suponen que el país no genera tantos dólares como el año pasado (2.834 millones menos). La caída de precios del petróleo y la apreciación del dólar son ya un clásico como argumentos. Si bien, a inicios de año, el crudo tocó mínimos de 25 dólares por barril.

Tal caída de ingresos inició un bucle en el que el Estado debía buscar recursos adicionales. Para el Fisco, las contribuciones solidarias y la subida del IVA, como consecuencia del terremoto, supusieron en torno a 1.000 millones más.

Además, Ecuador encontró un nuevo amigo financista de peso: él mismo, a través del Banco Central de Ecuador. Hasta el 16 de diciembre, el BCE le prestó al Gobierno (sin que eso se considere deuda), más de 4.200 millones, de los que casi 3.000 fueron desembolsados este año. También se intensificó la relación con China en términos de financiamiento.

Y para controlar el comercio exterior, las salvaguardias hicieron su tarea. Restringieron las ya mermadas importaciones por la caída del consumo y con ello alejaron el fantasma de un nuevo mecanismo como el timbre cambiario, que habría sido un obstáculo para firmar el acuerdo con la UE.