Los mercados emergentes con un buen desempeno

Los mercados emergentes superaron por mucho a los desarrollados en la primera mitad del año, gracias a un brillante desempeño de América Latina -pero no todos los países que la forman- Rusia y algunos de Asia, como Malasia e Indonesia.

Las ganancias se consiguen tras el peor comienzo de año del que se haya tenido registro para los mercados emergentes, por las preocupaciones por China, por el mercado de materias primas y por posibles alzas de tasas en Estados Unidos.

Desde entonces, la tendencia ha sido principalmente al alza, porque las expectativas de alzas de tasas de la Fed (Reserva Federal) han disminuido y se ha calmado algo del volátil panorama político en algunas economías emergentes, lo que ha generado sólidos retornos de todas las clases de activos.

“Ha sido un año bastante bueno, diría”, sostuvo Kevin Daly, de Aberdeen Asset Management. “Se debe a condiciones de políticas monetarias muy expansivas a nivel mundial; y en segundo término, al menor temor por la moneda y la huida de capitales desde China. Además hubo un fuerte rebote de los precios de las materias primas”.

La gran excepción fue China, donde el yuan cerró el segundo trimestre con la mayor pérdida trimestral de la que se tenga registro y las acciones líderes bajaron casi un 20 por ciento en términos de dólares desde comienzos del año.

Perú ha sido la estrella de los mercados accionarios emergentes con un alza de un 46 por ciento en términos de dólares, además las bolsas de Brasil y Colombia anotaron alzas de un 40 por ciento y un 24 por ciento, respectivamente.

El desempeño de las monedas emergentes ha sido similar. Tras un duro 2015, el real brasileño ha subido un 20 por ciento frente al dólar, disparándose luego de que la presidenta de izquierda Dilma Rousseff fue suspendida del cargo.

La deuda en moneda local de los mercados emergentes también ha ofrecido ganancias, con un retorno de un 13,5 por ciento en términos de dólares, un tercio más que los bonos del Tesoro de Estados Unidos y con un rendimiento mayor al 10 por ciento de los bonos alemanes.

El peso mexicano en cambio ha decepcionado con una caída de casi un 7 por ciento y el peso argentino ha perdido un 13 por ciento en su ajuste tras una liberalización cambiaria del año pasado.

Lo que aún se cierne sobre las economías latinas y del mundo es el peligro de los efectos que puede seguir colando la salida del Reino Unido de la zona Europa, que sigue amenazando al petróleo.