Nada mejor

No tienen nada mejor que hacer -dijo mi amigo de los políticos cuando vio en mi escritorio una versión impresa del Proyecto de Código de Comercio. Sí, avergonzado como estaba yo de imprimir tantas hojas en el siglo XXI, decidí hacerlo luego de perderme leyendo en digital las más de 400 páginas del proyecto, con sus 1.332 artículos, además de las 60 páginas del detalladísimo Informe para Segundo Debate del Pleno.

El proyecto aspira legislar y codificar con alto nivel de detalle, agárrense amigos lectores, cosas tan variadas como la emisión de documentos de transporte, sean estos ‘tickets’, pasajes, u otros; definir el régimen de daños causados a terceros en la superficie en caso de abordaje, luego de pasar por las esenciales definiciones de pagaré, título valor, compraventa, prenda o letra de cambio, hasta llegar a regular las formas de interpretar el consentimiento por correo electrónico. En breve: todo.

El proyecto trae nuevas definiciones de empresario, dependientes o auxiliares; obligaciones sobre contabilidad y soportes documentales. Extiende, en fin, la legislación y su control a todos los rincones de vida privada.

El proyecto responde con precisión al significado de mamotreto, según la Real Academia: “Libro o legajo muy abultado, principalmente cuando es irregular y deforme”. Tiene además arreglo con su historia, pues dícese que mamo-treto era el niño criado por la abuela, bajo el entendido de que las abuelas suelen criar niños gordos.

El proyecto legislativo fue concebido y criado por el antiguo régimen, para ser ahora auspiciado por los vestigios del correísmo, fanáticos confesos de la hiperregulación.

La pregunta es si las cosas se resuelven en la sociedad escribiendo más leyes. Mientras la redacción puede corregirse, estas son cosas de fondo; el tamaño del ego necesario para (pretender) escribir en una ley todas las formas imaginables de relación comercial, creo, solo puede ser superado por el ego necesario para convencerse de que, por estar en blanco y negro, la iniciativa privada puede controlarse o contenerse.