Me duele Espana

El filósofo vasco, don Miguel de Unamuno, en el año de 1936, en que la querida España empezaba a desgarrarse con una nueva guerra fratricida entre dos bandos irreconciliables, pronunció varias frases antológicas que han perdurado a través de los tiempos y que siguen siendo de actualidad. Helas aquí: “Me duele España...” y “Venceréis, pero no convenceréis; para convencer hay que persuadir y os falta razón para ello...”.

Parodiando a don Miguel de Unamuno, yo también repito y repito estas frases que tienen unos 80 años de antigüedad: “Me duele Ecuador”. Felizmente no por una guerra fratricida, pero sí por una falta de ética, de moral, de honor, de vergüenza de un gran número de políticos, que durante 10 años de inmundicia se han apropiado de los bienes del Estado. Con desfachatez, sin pudor y hasta en forma cínica, hacen alarde de justificar los robos de los recursos de todos los ecuatorianos. Con desvergüenza y descaro se llega a justificar los abusos económicos por parte del expresidente, diciendo que, en el caso del exministro Mosquera, “ha sido una negociación entre privados, como una consultoría del exministro, que impulsó el contrato con Odebrecht....” (ver artículo del abogado, León Roldós Aguilera, El Comercio, 21 de junio).

Nuestro pobre país, tras 10 años de abusos desmedidos, se encuentra a la cabeza de los países más corruptos del planeta, solo superado por Venezuela y un país africano. La reciente magnífica novela Anaconda Park, escrita por Jaime Marchán, lanzada hace pocos días en la Alianza Francesa, no es sino la metáfora real y perturbadora de los últimos años vividos por “la Banana Republic, en que (ahora sí), se ha convertido Ecuador”.

¡Qué digamos de nuestro vicepresidente!, que quiere repetir la vicepresidencia, que tiene un tío que sin nombramiento oficial representó a nuestro país en un viaje a negociar con los chinos, que se habría beneficiado de unos 13 millones de dólares y que recaudaba el 1 % de todos los contratos con Odebrecht. Menciona otra vez León Roldós: ¿Con quién se habría pactado lo del 1 %... con Lula? Al menos en este caso, la justicia ha actuado, se ha registrado su casa y este individuo está en prisión domiciliaria por tener más de 65 años, pero eso sí, se encuentra en su casa con todas las comodidades de su “santo” hogar. Evidentemente, surge la interrogante: ¿quién le autorizó el viaje de representación de Ecuador a China? ¿Y qué dice el vicepresidente? “Voy a la Asamblea aunque no hay ninguna prueba contra mí”. No menciona que él fue el responsable directo de la supuesta remodelación de la refinería de Esmeraldas que, de un presupuesto de 170/180 millones, ascendió a alrededor de $ 2.200 millones.

Mas, con decisiones de ficción aunque increíblemente ciertas, no se queda atrás nuestra Asamblea, dominada por el grupo mayoritario de Alianza PAIS: hace unos días se puso a determinación si se debería examinar o no la lista de Odebrecht. He aquí que nuestra Asamblea fiscalizadora por mayoría simple votó el no examinar dicha lista. Ante estos individuos que nos representan, con estas actitudes, ¿qué futuro espera a Ecuador?

Insisto. ¡Pobre país! Me duele Ecuador.