La alegría era total para los argentinos luego de una victoria que parecía al alcance de la mano el viernes, pero que corrió serio riesgo ayer, más que nada tras conocer la baja de Juan Martín del Potro.

Leonardo Mayer, quien le dio la clasificación a la final de la Copa Davis a los albicelestes tras vencer al británico Daniel Evans por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4, no pudo evitar las lágrimas cuando le consultaban sobre el significado del histórico triunfo.

Tras controlarse, explicó estar “encantado de poder jugar después de todas las lesiones” que sufrió en el año. “Es muy especial todo esto para mí”, agregó el 114 del mundo.

Mayer, quien extendió a diez partidos su invicto como singlista en la Davis, evaluó su nivel superior en esta competición que en las que forman parte del circuito ATP. “No sé qué es lo que me pasa, pero acá juego mejor que en cualquier lado. Está toda la gente y el equipo que me acompaña, que me ayuda a jugarla bien también”, manifestó.

Pero ¿por qué se tomó la decisión de dejar fuera del punto decisivo a Del Potro? Daniel Orsanic, capitán del equipo argentino, justificó esto debido al agotamiento del medallista de plata en Río 2016. “Desde el viernes ya sabíamos que no íbamos a poder utilizar a Juan, que venía de jugar el partido más largo de su carrera. Leo ha jugado muy buenos partidos de Copa Davis antes”.

‘Delpo’ elogió lo hecho por su compañero. “Lo de Leo (Mayer) fue fantástico. Entrar a jugar en lugar mío no era fácil, pero estando entero, él tiene nivel para demostrar cosas como la de hoy (ayer). La cancha era buena para su juego y era la mejor opción. Confiábamos en eso y por suerte salió bien”, dijo el ganador del Abierto de Estados Unidos en el 2009.

La serie se definió 3-2 para los rioplatenses. Antes del triunfo de Mayer, Andy Murray había vencido a Guido Pella por 6-3, 6-2 y 6-3.

Los argentinos medirán en la final a Croacia, que consiguió el pase luego de que Marin Cilic venciera al francés Richard Gasquet (6-3, 6-2 y 7-5) y alcanzó el tercer punto (3-1) para llevar al cuadro balcánico a la segunda disputa por el cetro de la Davis de su historia tras la de 2005 en Bratislava, donde venció a Eslovaquia.

Cilic tardó dos horas y 14 minutos en doblegar a Gasquet, principal baza del equipo galo tras las bajas de Jo Wilfried Tsonga y Gael Monfils.