
La matematica juega en favor de la politica
Sumas y restas. La combinación de las matemáticas se aplica en beneficio de la política.El sistema electoral se ha utilizado según las conveniencias de las organizaciones de derecha y de izquierda. Eso dijo a EXPRESO el presidente del Observato
Sumas y restas. La combinación de las matemáticas se aplica en beneficio de la política.
El sistema electoral se ha utilizado según las conveniencias de las organizaciones de derecha y de izquierda. Eso dijo a EXPRESO el presidente del Observatorio Ciudadano Electoral y exintegrante del Consejo Nacional Electoral, Fausto Camacho.
Por ejemplo, en 1998 y 2000 la Democracia Popular y el Partido Social Cristiano aplicaron el método mayoritario, es decir al más votado, contó. “La asignación de escaños fue la lista individual, a pesar de que se votaba en lista. Esto favoreció para construir la mayoría parlamentaria de los dos partidos”.
Sin embargo, ese es solo uno de los problemas del sistema electoral. Hay otros, como la dispersión de los partidos y movimientos por esa forma de votar. Eso implica que los electores no votan por propuestas, sino por personas.
Además hay ‘ruido’ con la institucionalidad, pues el nivel de la cultura política es bajo, aseguran los consultados por EXPRESO.
El sistema electoral, en el que se reflejan todos estos inconvenientes, tiene estos componentes principales: la conformación de las listas de candidatos, la forma de sufragar, el tamaño del distrito electoral y la fórmula para la asignación de escaños (métodos).
En un repaso por la historia se observa esta situación. Por ejemplo, entre el fin de la dictadura militar y 1996 hubo 10 elecciones. En ellas, se sufragaba por ‘plancha’, es decir se votaba por todos los postulantes de una lista. También cambió en esos años la fórmula para conseguir las curules.
El sistema electoral ha utilizado siete métodos matemáticos: cocientes, más votado, D’Hondt, imperiali, proporcional, ponderado y Webster.
Pero hay dos métodos que se han privilegiado durante los años de la revolución ciudadana: Webster y D’Hondt.
El primero fracciona la votación total para números impares. La segunda distribuye el total de votos por un partido o movimiento para el número de escaños de una jurisdicción.
El Código de la Democracia (2009) estableció el uso de la fórmula Webster para las listas pluripersonales: Asamblea, Parlamento Andino, Concejos Municipales y Juntas Parroquiales. Pero el oficialismo reformó esa normativa y dispuso que el método se aplique solo para la asignación de curules para los asambleístas nacionales. Mientras para el resto (provinciales), se use el método D’Hondt.
Para Grace Moreira, legisladora del extinto Partido Roldosista Ecuatoriano, el oficialismo “no da nunca puntada sin hilo. Las modificaciones al Código de la Democracia fueron premeditadas y encaminadas a obtener más votos”, explicó a EXPRESO.
En 2013, gracias a esta distribución los verde flex obtuvieron el 50 % en los distritos más pequeños y, con eso, acapararon el 70 % del Legislativo.
Oswaldo Larriva, legislador socialista y exaliado a Alianza PAIS, señaló que D’Hondt favorece al partido con la mayor votación. “No es democrático, queda poco para las minorías”.