Maratón. Las habilidades de cada uno se pusieron a prueba en la competencia que se desarrolló la mañana de ayer en Puerto Santa Ana.

Una maraton puso a correr a los meseros

La quinta edición del certamen convocó a 60 camareros. La prueba se desarrolló la mañana de ayer en Puerto Santa Ana.

El balance perfecto. El nivel adecuado que impida que el vaso de agua que se bambolea sobre la charola se derrame. Ese fue el reto de los más de 60 meseros que desde las 09:00 de ayer se presentaron con sus uniformes impecables como si fuese la hora de servicio en los locales en los que trabajan, para estar presentes en una competencia que se vuelve tradicional.

Se trataba de la contienda que cada año los pone a prueba. En la que debieron recorrer 300 metros de la explanada de Puerto Santa Ana, con la bandeja en la mano y tres botellas de agua y gaseosas sobre esta, como si el cliente más exigente los estuviese esperando.

En lo formal, la Maratón de Meseros fue organizada por la Asociación de Profesionales en Turismo y Hotelería del Ecuador (Apthe), con auspicio de la Dirección de Turismo de la Prefectura del Guayas, el Ministerio de Turismo, la Empresa Pública de Ferrocarriles del Ecuador, Guayaquil Turis VanService, AJE Group, Restaurant AME Deli & More y la Asociación de los Chefs del Guayas.

En lo coyuntural, Edson Larrea, presidente de la Apthe, asegura que el certamen tiene un objetivo de fondo: que se nombre al 19 de julio como el Día del Mesero. “Buscamos que en el Ecuador se valore el trabajo profesional del mesero ecuatoriano. En países como EE.UU. y de Europa es altamente reconocido. Es un trabajo de lujo”.

Aunque la competencia estuvo organizada en dos categorías -amateurs y profesionales- hubo cinco salidas. Cada prueba seleccionó a los dos primeros puestos.

Llegaron competidores de restaurantes y hoteles reconocidos. Del Continental y del Grand Hotel Guayaquil; del Costa del Sol de Salinas, de La Doña y Food Garden, de la vía a Samborondón, y hasta de la Fritada del Guasmo.

Todos recorrieron la misma ruta y, obviamente, afrontaron la misma distancia. Las habilidades de cada uno se pusieron a prueba. Pero nadie llegó improvisado. Muchos se prepararon desde hace un mes.

Miguel Puebla, quien ganó el certamen en el 2016, corre hasta tres kilómetros en un parque de La Pradera. Carlos Suárez Vásquez fue seleccionado luego de una competencia interna en el hotel Costa del Sol, de entre seis meseros. Igual exigencia recayó sobre Luis Viteri, Juan Vélez y Johnny Chóez, de La Canoa.

“Se compite no solo por el éxito personal, también por el prestigio del lugar donde se trabaja”, dice Viteri, quien aspiraba a ganar, aunque al final se conformó con el tercer lugar. “Algo es algo”.

Experiencia que gana

Ángel Cando ganó el primer lugar en la categoría Profesional. Giampiero Llaguno Flores quedó en segundo puesto. El tercero fue para Luis Viteri. En la categoría Amateur, el ganador resultó Joao Rugel.

Entre los participantes hubo representantes del tecnológico Vicente Rocafuerte y del Centro de Formación Artesanal Municipal Amazonas, de las calles 29 y Calicuchima.