Entorno. El lago de la urbanización atrae a varias especies de aves.

Un lugar donde sobreviven especies del bosque seco

Se estiman unas 15.000 unidades de árboles de la región tumbesina. El avistamiento de aves se puede coordinar llamando al 2566046.

Al pie de la carretera, en el kilómetro 23 de la vía a Daule, el bullicio del tránsito pesado que entra y sale de Guayaquil (buses, tráileres, camiones) se aplaca en medio de las especies nativas del bosque seco tropical que sobreviven en Lago de Capeira.

La urbanización se levantó sobre una hacienda hace 41 años y desde ahí se fue urbanizando respetando el entorno, indica Silvia Hernández, residente del lugar hace más de 25 años.

Los más de 5.000 Tabebuias (guayacanes) existentes allí son solo una parte de los bienes que tiene esta ciudadela que cuenta con más de 18 especies de árboles maderables y un total de 772 especies arbóreas que conviven entre las construcciones, el concreto y el asfalto.

Eso se ha conseguido porque el reglamento interno que tienen los residentes norma que se debe dejar el 30 % de cada predio para área verde, dice Hernández.

En el sitio se encuentran dispersos árboles como colorado, amarillo, guasmo, palo santo, cabo de hacha, algarrobo, guachapelí, fernán sánchez, cascol, pijíos, beldacos, bototillos.

También hay nigüitos, pechiches, guabas, ciruelas, hobo de monte, papaya, guanábanas, guayabas, mangos y arbustos.

El lugar es hogar de unas 150 especies de aves que llegan a comer tanto de los frutos de los árboles como de las especies del lago. Esta acción propia de la naturaleza es aprovechada por los residentes como Rómulo Torres, que hace fotografía aficionada y cuyas imágenes han sido expuestas en el festival de las aves, una actividad educativa que se organiza una vez al año, en octubre. KSG