Antonio Andrade coronel ingeniero civil

‘Para ser profesional hay que hacer obras’

¿Quién sacó al ‘Chapo’ Guzmán, los ingenieros o los abogados?, pregunta Antonio Andrade. Segundos después y en tono de comicidad él mismo responde: “Los ingenieros porque le hicieron un gran túnel... los ingenieros somos más chéveres”.

¿Quién sacó al ‘Chapo’ Guzmán, los ingenieros o los abogados?, pregunta Antonio Andrade. Segundos después y en tono de comicidad él mismo responde: “Los ingenieros porque le hicieron un gran túnel... los ingenieros somos más chéveres”.

Con el buen humor que lo caracteriza, este ingeniero civil y docente universitario despierta el interés y las simpatías de alumnos, colegas y de todo aquel que tiene oportunidad de escuchar sus experiencias en el campo académico y de la construcción.

Guayaquileño, de 60 años, y graduado en la misma facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Guayaquil, donde hoy da clases, Andrade hace para EXPRESO un rápido balance de lo que ha sido su largo trajinar como ingeniero civil. Cuenta, por ejemplo, que en casi cuatro décadas de trabajo se ha especializado como calculista y también ha participado en la construcción de condominios, gigantescas bodegas y puentes, muchos puentes. “Los he hecho en algunas provincias; en Esmeraldas he hecho siquiera unos 18 puentes, también en Naranjito, en Quevedo y ninguno ha caído todavía, ja, ja, ja”.

Andrade no deja de sonreír, pese a que en estos momentos a él y a uno de sus socios no le pagan las obras viales que han ejecutado últimamente.

“Ahorita nos piden más puentes, por la emergencia de El Niño, pero no hay dinero -agrega-, mientras que en Perú el gobierno de allá tiene un programa como de 200 puentes que va a reforzar con un préstamo del BID. El Perú se está moviendo rápido para dar soluciones”.

Y justamente Puentes se denomina una de las materias que, como docente, enseña en la Escuela de Ingeniería de su facultad. Allí sus alumnos escuchan atentos al profesor que, según ellos, tiene una de las clases más amenas y avanzadas. Es que Andrade es de aquellos docentes que se las ingenian para llegar al alumno y capacitarlo adecuadamente. Por ejemplo, como nuestro país no tiene códigos ni reglamentos para diseño y mantenimiento de puentes, él utiliza los de países como Estados Unidos para sus clases, normas que son lo último y lo más desarrollado en la construcción de este tipo de estructuras.

Andrade, el docente, también vive exhortando a sus discípulos a hacer prácticas e ir más allá de los libros, porque “el libro puede ser bonito -filosofa-, pero si no hace la práctica usted no vive la estructura y siempre le he dicho a mis alumnos: el verdadero profesional alguna vez tiene que haber hecho obras”.